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Cuando los padres consultan al psicólogo sobre ciertos problemas de los hijos, la recomendación puede ser muy sencilla.

 

“Señora, yo recomendaría una actividad física. Algo que le permita desarrollarse y conseguir diferentes logros. ¿Qué le gusta hacer a su hijo?” Y de ahí en adelante vienen muchas propuestas sobre lo que el hijo puede practicar en las tardes, preferiblemente que sea regular, es decir, a diario y con una duración de mínimo una hora.

Así se desarrollan algunas entrevistas del psicólogo con padres de familia. Muchas veces consultan por pedido del colegio, otras porque encuentran que los chicos, según su criterio, tienen algunos problemas de comportamiento, o también porque sus hijos se quejan de problemas con los amigos.

Para aquellas consultas en donde encontramos algún indicador de problemas -más profundos o para motivos como los mencionados- yo sugiero como un extra las actividades físicas o artísticas.

Para los niños y adolescentes, el practicar un deporte o desarrollar una actividad artística debe ser considerado como algo básico en su vida, casi una necesidad. Esto les permite:

  • Conocerse en un ambiente lúdico en compañía de sus iguales.
  • Desarrollar sana competitividad.
  • Ser parte de un equipo. Hay que destacar que en la adolescencia la necesidad de un pertenecer a un grupo es vital para desarrollar la identidad. ¡Qué mejor que un grupo deportivo o artístico!
  • Expresarse a partir de sus propios deseos; correr más rápido o lento según va desarrollando la técnica; si es una actividad artística dar el sentido estético deseado.
  • Desarrollar valores como perseverancia, compañerismo, lealtad y disciplina. Estos espacios son la tierra ideal para sembrar objetividad y rectitud.

¿Cuándo empezar?

Las actividades deportivas deben iniciarse desde los 3 y 4 años. Si el tiempo ha pasado y los chicos están más grandes, siempre pueden comenzar sin importar la edad. Deportes como bicicross, básquet, patinaje, tenis, tiro al blanco y fútbol son algunas de las actividades que pueden elegir.

Para pintura pueden contactarse con diferentes maestros, incluso con los mismos profesores del colegio para recibir clases en vacaciones; pero, también hay academias de canto y baile en diferentes lugares.

Lo más importante es comprender que el ejemplo del padre -al comprometerse con la actividad de su hijo- es vital para que el chico se desarrolle.

Al inicio, el niño podrá rotar por algunas actividades; sin embargo, alrededor de los 8 o 9 años ya puede escoger una con la que se sienta más cómodo. Todo chico se quejará por la exigencia de cumplir con su actividad extracurricular, además de la escuela; pero, la perseverancia del padre en llevarlo e invitarlo a ir será decisivo.

La actividad debe ser escogida por el niño o adolescente y bajo ninguna circunstancia puede estar enfocada en ganar, sino en disfrutar, a compartir con los amigos y jugar en un ambiente de competencia que lo invite a desarrollarse física o afectivamente en la actividad escogida.

La actividad debe ser escogida por tu hijo y bajo ninguna circunstancia puede estar enfocada en ganar, sino en disfrutar.

Es verdad que la logística de una actividad extra para tu hijo es complicada, ya sea porque te toca coordinar con el profesor, con el chofer o entre ustedes mismos para que vaya y venga del lugar; además de exigirle que cumpla con sus deberes. Sin embargo, este esfuerzo extra comienza a ser un modelo a seguir para tu hijo, quien por este simple detalle siente que es más valorado por el compromiso nuevo asumido por su padre o madre. Además, estas actividades siempre tienen competencias o exposiciones, momentos que posiblemente también sean una complicación; pero, que le permitirá a tu hijo sentirse amado al saber que papá o mamá irá a verlo.

Los beneficios del arte y el deporte en la vida de un niño o chico son innumerables, incluso a nivel de rendimiento escolar. Es así, aunque al principio no se perciba de esa manera. Entonces, ¿vale la pena dejar a los chicos en casa o tener una complicación extra para que ellos se desarrollen armoniosamente? Esa es una pregunta que los invito a contestar.

 

 

Ma del Carmen Rodrigo Por Ma. del Carmen Rodrigo
Psicóloga Clínica
mariadelcarmenrodrigoh@gmail.com

 

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