Miguel nos cuenta de su viaje a Tierra Santa para recorrer los lugares donde Emmanuel se presentó a la humanidad.
Así como cuando estás enamorado y anhelas conocer todo de la persona que amas, su historia, su familia, su tradición, los lugares donde creció, su cultura, su patria, su pueblo y su gente, lo que más quería era recorrer todos los lugares donde pasó el Divino Maestro Jesús. Ahí me postré en cuerpo y alma en los lugares santos, toqué las piedras y cogí la tierra del suelo con la esperanza de que alguna de ellas estuviera cerca de Él.
Nazaret
Felipe halló a Natanael, y le dijo: hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y verás. (Jn 1:43-46)
El primer punto que visitar en Tierra Santa, es Nazaret, donde la historia comienza. En la Basílica de la Anunciación, parte del Patriarcado Latino de Jerusalén, está la misma casa-gruta donde María vivió la Anunciación. Aunque existe una pequeña diferencia en las tradiciones ya que la Iglesia Ortodoxa Griega sostiene que este evento ocurrió mientras María sacaba agua del pozo local, muchas evidencias apuntan a que es el lugar que los frailes menores franciscanos custodian.
Primero está la evidencia de la huella espiritual: al ingresar y estar frente a la pequeña casa-cueva donde vivía la niña María, experimentas una fuerza espiritual intensa, cargada de un gran misterio espiritual, de sencillez y humildad característico de nuestra Santa Madre. Luego está, su ubicación en lo que solía ser el emplazamiento de la etapa bizantina y después, según la tradición oral se cree que en la época del reino de Jerusalem y antes de la invasión musulmana este era una especie de cuartel y templo de veneración de los cruzados.
Belén
Pero tú, oh Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será el gobernante de Israel, cuyo origen es antiguo desde los días de la eternidad. (Miqueas 5:2)
Al sur de Jerusalem en medio de la región montañosa de Judea se encuentra en pleno siglo XXI una ciudad rodeada de pasos de control militar que impiden el libre tránsito. Bethlehem (Belén) corresponde a una pequeña porción en medio del estado de Israel que desde 1995 aproximadamente pertenece al estado Palestino, un pequeño espacio de territorio en disputa.
Aquí, según nuestra tradición cristiana sustentada en los evangelios de Mateo y Lucas está la gruta donde nació Jesús. Una pequeña pero hermosa porción del gran complejo de la Basílica de la Natividad, es la gruta del pesebre, un lugar del que reclaman derecho la Iglesia ortodoxa griega, los apostólicos de Armenia y la iglesia del patriarcado de Jerusalém (católicos), sirios y coptos.
Sin embargo, Belén es un centro de peregrinación cristiana, todo habla del nacimiento y la alegría… sin importar la época del año todos los días es Navidad, se celebra la misa, de la que tuve la gracia de participar en la Santa Eucaristía, se cantan villancicos y todos se desean feliz Navidad.
En Nazaret una joven Virgen dice sí al plan de Dios de ser madre. Nueve meses después la promesa se hace realidad en un Niño recién nacido. El misterio de Dios hecho hombre como nosotros, debe hacernos reflexionar de la grave crisis que la humanidad vive, muchos sin propósito hasta la implementación malsana de una cultura del descarte y muerte. El testimonio de los lugares santos como Nazaret y Belén, nos enseñan la importancia de una vida con sentido, del don de la maternidad y la alegría que trae a un pueblo el nacimiento del Mesías esperado.
Por Psic. Miguel León
Director Metanoia
mleon@metanoia-ecuador.org