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Cada noviazgo es diferente, por lo que es importante saber en qué tipo de relación estamos.

Llega el momento en toda relación de pareja cuando debes pensar en si la persona con la que estás es realmente con quien quieres pasar el resto de tu vida. Muchas veces esto no es tan claro, pero en otras ocasiones, es más fácil descifrarlo.

¿Cómo es tu noviazgo?

  • Si estás en una relación en la que el amor dura la semana, pero el fin de semana desaparece; bienvenidos a la realidad: eres “el segundo plato”.
  • Si estás en una relación en la que el amor dura todo el fin de semana y durante la semana te contestan poco o nada; bienvenidos a la realidad ahí hay alguien o algo más… podrías estar con un workaholic.
  • Si uno de ustedes anda viendo anillos, locales y esas cositas, pero al llamar al otro éste.no concreta hora ni día, ni alcanza a dar resumen de cómo van los preparativos; bienvenidos a una relación unilateral.
  • Si cada vez que hay que ponerse de acuerdo en cómo serán las invitaciones, qué vamos a comer, cuándo y dónde lo vamos a hacer, y te salen con que “no hay tiempo porque hay trabajar para pagar todo eso”, bienvenidos a un noviazgo sin un compromiso más allá que de lo económico.

¿Cuándo es el momento?

¿Suena familiar? Por supuesto que esto es un poco exagerado. Sin embargo, luego de dos años sí podemos preguntarnos en qué momento de la relación estamos y para dónde vamos. Dice la teoría que el tiempo ideal para concretar el romance es entre el año dos y cinco de la relación. Antes de este tiempo hay altas posibilidades de fracaso y después de los cinco años, más de la media probablemente no se casarán.

Así que a los dos años vale preguntarse: ¿a dónde estamos yendo? ¿Buscamos lo mismo? ¿En cuánto tiempo queremos las mismas cosas?

Estas preguntas deben ser parte de una conversación de cualquier pareja, al menos si es una relación que busca la alianza matrimonial.

Esto no dependerá necesariamente del momento de vida de los integrantes de la pareja. Aunque sí es un elemento a considerar, no es determinante. Suponemos que en una relación que busca concretarse matrimonialmente, la pareja es lo suficientemente responsable para velar por sí mismos, en todos los aspectos de la vida, entendiéndose esto como lo económico, afectivo, físico, social y etc.

¿Quién es tu pareja?

Además de este seguimiento saludable, ¿hay algo más que pueda aportar la pareja a aclarar el objetivo del matrimonio? Consideraría que otro factor es estar en un 70% seguro de ser amigo de la persona con la que compartes.Esperar a estar seguros en un 100% es ambicioso, con un 70 u 80 está ganada la inversión. Lo que debe estar claro es el deseo de compartir. Además de aceptar al otro en un ambicioso 75% a 80%, no hablo de comparar o tolerar, sino de aceptar y respetar con todo lo que conlleva, es decir, conocer tus defectos e igual quererlos. Creo que con eso estás en la línea ganadora, así puedes plantearte ese gran paso en el que puedes decir “tú y yo firmaremos el papel” y recibiremos la bendición.Solo así podrán lograr esa meta de crear un hogar, tener hijos y crecer en el amor juntos.

Este “sí” se debe sentir, no es un sí que se piense. Sí, se piensa para planificar; sí, se piensa para decidirse; pero sobre todo se siente para que corazón y mente trabajen en el mismo camino. Suerte en esa decisión.

 

Por: Ma. del Carmen Rodrigo

Psicóloga Clínica

mariadelcarmenrodrigoh@gmail.com

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