Compartir:

¿La ética y la sociedad van de la mano? Definitivamente debe ser así. Conoce más sobre cómo se relacionan y qué debemos aplicar.

Si nos dejáramos llevar por las noticias y numerosas denuncias de corrupción, podríamos colegir que los valores éticos no están de moda en nuestros tiempos. Pero precisamente por ello, los ciudadanos, profesionales y todos los padres de familia con nuestro comportamiento y ejemplo en la comunidad, estamos llamados a poner en evidencia todo lo contrario.

Los valores y principios morales, un comportamiento ético, son ahora más necesarios que nunca. Está comprobado que una conducta recta, el cumplimiento de la ley, las buenas costumbres y el respeto a los demás, nos permiten individualmente y como sociedad, ser más felices, llevar a cabo y desarrollar una vida más plena, más satisfactoria, y dejar un legado positivo a la sociedad.

Platón dice que el bien es la idea suprema y que el mal, la ignorancia, es lo opuesto a ello. Sócrates identificaba la bondad con la virtud moral y a ésta con el saber. La virtud es inherente al hombre por naturaleza y los valores éticos son constantes, el mal es el resultado de la falta de conocimiento.

Para Aristóteles, el fin del hombre es el bien, la bondad es un atributo trascendental del ser humano, considera que una acción buena es toda aquella que conduce al logro de su finalidad y que toda acción que se oponga a ello es el mal.

San Agustín dice que el mal es la ausencia del bien, Santo Tomás agrega que el objeto de la voluntad humana es necesariamente el bien y que el hombre fue creado para contribuir a él. Otro filósofo, Krishnamurti, nos dice que el Bien es el orden total y el Mal, lo opuesto, el desorden. El Orden es virtud, lo contrario es lo dañino, destructivo, impuro.

 

 

Llamado a los ciudadanos

Por todo lo anterior, los ciudadanos estamos llamados, dentro de nuestro accionar, a difundir los valores y principios del Bien, a promover la necesidad de un comportamiento ético, responsable, que contribuya al orden y el bien común. La sociedad necesita de personas decentes, responsables, respetuosas y solidarias. Ayudemos a construir una comunidad donde todos compartamos los mismos ideales y la vigencia de un comportamiento ejemplar, basado en principios y valores éticos.

PRINCIPIOS Y VALORES

Los principales principios y valores que debemos conocer y aplicar:

  • Honestidad, comportamiento transparente, sin ánimo de perjudicar, robar o defraudar.
  • Tolerancia, respeto hacia opiniones, costumbres o maneras de ser de los demás.
  • Justicia, dar a cada uno lo que le corresponde o le pertenece, según su derecho o la razón.
  • Respeto, acatamiento o aprensión ante algo o alguien, según su consideración o posición.
  • Paz, contraposición al conflicto, la riña, es el fruto de la convivencia en armonía.
  • Libertad, facultad de escoger su propio destino, de decidir, de actuar y de obrar.
  • Humildad, conciencia de nuestras limitaciones, nos aleja de la soberbia y la vanidad.
  • Responsabilidad, obligación de responder por nuestros actos y aceptar sus consecuencias.
  • Laboriosidad, trabajo y esfuerzo realizado con eficacia, cuidado y desvelo.
  • Generosidad, desprendimiento, inclinación para no anteponer el egoísmo o propio interés.
  • Perseverancia, constancia en una acción, tarea, llevar a buen término lo que empezamos.
  • Bondad, disposición para hacer el bien, natural inclinación.
  • Gratitud, corresponder, reconocer el bien recibido, deuda por un acto o favor recibido.
  • Amistad, afecto, sentimiento de aceptación y generosidad.
  • Prudencia, cautela, acierto de distinguir lo que es bueno o virtuoso, conveniente.
  • Fortaleza, fuerza, vigor que anima a soportar, vencer el temor, las dificultades o la adversidad.
  • Lealtad, fidelidad, respeto a las personas o principios que prometemos.

 

 

PROPOSICIÓN

Los ciudadanos debemos proponernos educar a la comunidad, en especial a nuestros colaboradores, sus familias, sus hijos, niños y jóvenes, ayudar a “poner de moda” el ejercicio del bien, la virtud, los principios, la moral, seguir y mantener siempre el camino recto, una vida ética.

Ayudemos para que en cada comunidad, en cada escuela, cada colegio, se propongan una difusión de estos valores, de los principios, que cada municipio organice un concurso de los mejores ensayos sobre la necesidad de un comportamiento ético en nuestra sociedad. Contribuyamos al Bien, combatamos el Mal. “La mejor forma de vencer al Mal es con la sobreabundancia del Bien”, nos enseña el Evangelio.

 

 

Escrito por: Ing. Luis Villacrés, miembro de ACE.

 

Compartir: