Compartir:

Ante esta problemática es necesario que las familias conozcan formas de prevención ante el abuso.

“Abuso sexual infantil”, es casi imposible leer estas tres palabras sin estremecernos. A pesar de esto, muchos adultos asumen cosas como: “a mi hijo jamás le sucederá”. La realidad nos provee de cifras alarmantes, donde la gran mayoría de los casos durante la infancia se mantienen invisibles para los adultos. Ante esto, existen muchas maneras de prevenir estas situaciones dentro de la familia:

Conocer a los cuidadores

Dado que como adultos realizamos diversas actividades es común dejar a nuestros niños en las mejores manos. Pero, ¿realmente son las “mejores”? Recordemos que la mayor parte de las situaciones de abuso son causadas por personas muy cercanas. Si tu hijo debe pasar tiempo con alguien que no conoces tan bien procura que no estén solos, aunque siempre lo mejor es que esté con personas de tu extrema confianza.

Brindarle información al niño

Desde temprana edad un niño debe reconocer qué es permitido y qué no respecto a su cuerpo. A los más pequeños no necesitamos explicitarles lo que significa un abuso sexual, pero sí podemos enseñarles a decir “no” cuando alguien lo incomode. Dejemos esa vieja costumbre de obligar al niño a saludar a todos con beso y abrazo. Más bien, enseñémosles a respetar a los demás, sin forzarlo. Si en algún momento se presenta una situación de abuso, no queremos que nuestros niños crean que “hay que saludar a todos los adultos con beso”.

Fomenta la autonomía en tus hijos

Enséñale e incentíva a tu hijo cuidarse solo, es importante que ellos se preocupen por su higiene, sus partes privadas, a ir al baño, todo esto evitará que en alguna situación tenga que solicitar ayuda a algún desconocido.

Señales a tomar en cuenta

Señales físicas: Aunque los moretones son habituales en los niños, no está de más preguntarles qué sucedió. También ojo ante irritación o dolor en sus partes íntimas.

Señales psicológicas: Cambios radicales de temperamento, conducta y lenguaje sexual inapropiado para la edad, ansiedad antes de visitar a alguien que antes le agradaba, timidez repentina, etc.

Si bien estas señales pueden surgir de otra situación, es importante hacer un análisis para poder descartar un abuso. Solo así podemos rescatarlos de la violencia.

El abuso sexual es una de las peores formas de violencia, este causa daños a la integridad física, psíquica y moral. ¡Animemos a nuestros niños a decir NO!

 

Por: Belén Proaño Serrano
Máster en Atención Temprana

Compartir: