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En esta época tan complicada donde a lo malo se le llama bueno y a lo bueno malo, es necesario fortalecer la autoestima de los niños en familia.

La autoestima engloba el conjunto de valores y creencias que la persona tiene acerca de sí misma, así como el cúmulo de sus habilidades, recursos y potencialidades. Además, ayuda al ser humano a reconocer sus capacidades y a sentirse valioso, fuerte, activo y seguro.

También la autoestima lleva intrínsecas la forma en que la persona piensa sobre sí misma y cómo esta se relaciona con su yo interior. Desde luego, esta relación unipersonal implica también la valoración positiva o negativa que el individuo hace de su autoconcepto, y, para ello, este se apoya de las experiencias, sentimientos y pensamientos que ha obtenido a lo largo de su vida. Lógicamente, todo esto es parte de un proceso que se desarrolla gradualmente a lo largo de la vida, empezando desde la infancia.

La autoestima y el autoconcepto provienen de dos fuentes: el apoyo de las personas significativas de su entorno y de qué tan competentes se sienten los niños en diferentes ámbitos.

En este sentido, el amor, el cuidado y la protección que las personas más cercanas (padres y/o cuidadores) pueden proporcionarles a los niños son elementos trascendentales en la formación de su autoestima; es fundamental que se sientan queridos, aceptados, sin etiquetas ni maltratos.

Por ende, los padres y/o cuidadores se convierten en los primeros formadores de los niños y en los encargados de fortalecer y contribuir con el desarrollo de su autoestima. Esto lo hacen a través de las relaciones con las principales figuras de apego que, posteriormente, se complementan con el ámbito en el cual se desenvuelve el niño (familia extendida, escuela y pares); todos estos elementos incidirán en el desarrollo de su autoestima.

 

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Características de niños con buena y baja autoestima

Niños con buena autoestima Niños con baja autoestima
Seguros Inseguros
Felices Tímidos e introvertidos
Colaboradores En ocasiones irritables y hasta agresivos
Creativos
Mantienen relaciones sociales saludables Dificultad para relacionarse con otras personas
No temen equivocarse Critican y ofenden a sus compañeros
Expresan sus ideas y emociones
Respetan las diferencias con las demás personas Muestran dificultades para resolver problemas
Emocionalmente estables Poca confianza en sus capacidades
Se adaptan a los cambios Les cuesta aceptar cambios
Aceptan sus limitaciones Muy inestables emocionalmente.

 

Cuando un niño tiene una buena autoestima, se siente valioso, feliz y competente. Por eso, los padres deben centrar su atención en las cosas positivas y en los logros de sus hijos, tratarlos con amor, respeto y con mucha paciencia; de esta forma, van a crear confianza y seguridad en ellos.

 

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Frases y elogios 

Frases que favorecen una buena autoestima en los niños:

  • ¡Eres muy importante para mí!
  • No importa si te equivocas, ¡seguro vas a aprender!
  • ¡Felicidades por tus logros!
  • Cada vez que me necesites, ¡siempre estaré ahí!
  • No te preocupes, ¡la próxima vez lo harás mejor!
  • ¡Perfecto, vas muy bien, continúa!
  • ¡Vamos, yo sé que puedes!
  • ¡Estoy muy orgulloso de ti!

Estas frases o elogios a los niños contribuirán a fortalecer su autoestima y a evitar que se sientan inseguros, o que actúen tímidos y retraídos.

Si hubiere que corregir alguna conducta inadecuada, debe hacérselo sin enojo, con amor, pero con claridad respecto a las consignas que se le darán al niño. De esta manera, es posible educar hijos seguros, felices, colaboradores, estables emocionalmente, capaces de solucionar problemas y de mantener relaciones saludables.

Si los padres, como guías y formadores, trabajan en conjunto para fortalecer la autoestima de sus hijos, serán capaces de formar niños, adolescentes y adultos con una gran capacidad de amarse, valorarse y respetarse.

 

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Escrito por: Lorena Cuadrado González, Directora del Departamento de Orientación de la Universidad de Especialidades Espíritu Santo (UEES).

 

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