Es fundamental que tú y tu familia conozcan los 5 tipos de gastos invisibles que pueden perjudicar las finanzas familiares.
La crisis actual exige cuidar las finanzas familiares y utilizar el dinero de manera más inteligente. Uno de los principales enemigos de este cometido son los gastos invisibles, aquellos que son imperceptibles al tratarse de montos menores individualmente pero que en conjunto suman una cantidad importante cada mes, provocando un desequilibrio en la economía familiar.
¿En qué gastos invisibles estoy incurriendo, están perjudicando mis finanzas y cómo puedo evitarlos? A continuación, compartimos una guía para reconocer estos gastos y ayudar a la economía familiar en estos tiempos difíciles.
Tipos de gastos invisibles
Ten muy presente:
Entretenimiento
Este tipo de gasto invisible suele ser uno de los más importantes. Generalmente se destina a productos o servicios de los que se puede prescindir o contratar en conjunto con otras personas, incluso sustituir por otros (que demanden menos dinero). Por ejemplo, se puede elegir un paquete básico de telefonía móvil familiar para ahorrar o un plan de internet compartido.
El servicio de plataformas de streaming también se puede optimizar, mediante el pago compartido entre familia o amigos.
También existen algunos gastos altos en los paseos familiares que son posibles de evitar. Por ejemplo, los pagos de desayunos, almuerzos y snacks en un viaje corto pueden resultar costosos para una familia de más de 3 integrantes. Sin embargo, este dinero se puede ahorrar llevando comida de casa y snacks saludables comprados previamente.
Compras online
Comprar en línea con envío a domicilio ha facilitado el acceso a productos de manera segura, no obstante es importante considerar algunas pautas para no malgastar el dinero.
La clave está realizar las compras necesarias y de productos de primera necesidad en una sola tienda virtual. Así, se paga una sola tarifa por los gastos de envío y comisiones. En el caso de las compras a restaurantes o comida rápida, lo más recomendable es priorizar las comidas en casa o pedirla a domicilio con menor frecuencia.
Vivienda y servicios básicos
Generalmente todos los gastos asociados a la vivienda son necesarios; sin embargo, existen rubros que se pueden optimizar. Por ejemplo, el valor destinado al arriendo debe estar acorde a la capacidad de pago de la familia, sin embargo, es clave evaluar la ubicación y los costos de movilización que esto generará mes a mes a toda la familia.
Además, es posible generar ahorro en los pagos de agua y luz, mediante buenos hábitos de consumo.
Gastos impulsivos
Son aquellos ocasionados por impulso, emoción y sin planificación. Generalmente se destina a gustos que pueden presentarse durante el día como la compra de golosinas o prendas de vestir que no son necesarias, entre otros.
Gastos por descuidos
Estos responden a situaciones que se pueden evitar pero que al no ser así generan pérdidas económicas. Por ejemplo, atrasos en el pago de las tarjetas de crédito o multas de tránsito.
Recomendaciones para cuidar las finanzas familiares
Ten claras estas recomendaciones:
- El manejo inteligente de las finanzas familiares requiere el uso de herramientas de apoyo. Una de las más recomendadas es el método PERC (Posponer, Eliminar, Reducir y Conservar).
Posponer: Consiste en postergar los gastos que no son necesidades inmediatas.
Eliminar: Se refiere a identificar los rubros innecesarios y destinarlos a otros fines productivos (bajar el nivel de deuda o crear un fondo de emergencias).
Reducir: Todos los valores en los que sea posible disminuir el presupuesto destinado, estableciendo límites para cada mes.
Conserva: Los gastos necesarios como vivienda, alimentación, transporte, salud, educación.
- Poner en práctica el consumo inteligente, es decir, tomar decisiones correctas a la hora de comprar un bien o servicio mediante la comparación y análisis de precios y alternativas. La clave es elegir únicamente lo indispensable y aquello que ofrece los mejores beneficios.
- Evitar las compras por impulso, ya que éstas generalmente no obedecen a una necesidad sino a un gusto o a factores como precio bajo, publicidad o recomendación. Esta práctica, además podría llevar a adquirir productos de mala calidad y poca duración.
Fuente: Elizabeth Arellano, Ejecutiva del Programa de Educación Financiera Aprende de Produbanco.
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