Compartimos contigo cuatro gestos de amor que puedes tener con esa pareja de amigos que se casa en tiempos de pandemia. ¡Lee y comparte!
Bodas en tiempos de COVID… qué diferente es todo. El sábado pasado se casó Valeria, una de mis amigas del alma. Fue una experiencia hermosa pero al mismo tiempo extraña. Era mi vuelta a los templos, a la misa, a estar con mucha gente en un lugar cerrado.
Debo confesar que no he salido casi nada por cuidar a personas vulnerables que tengo en casa. Pero esa mañana, me puse mi doble mascarilla, mi protector facial, alcohol en el bolsillo y nos fuimos.
Cuando Vale entró al templo, recordaba tantas conversaciones en su casa de playa, en el restaurante del costado de su oficina donde comíamos ensaladas o simplemente por llamada de WhatsApp mientras yo vivía fuera.
El tesoro de la amistad
Siempre hablábamos de lo que soñábamos, del amor, de la vida. Y ahí estaba Vale. Casándose. Ver feliz a la gente que amas, es sublime. Mis lágrimas salían al ritmo del suave violín que decoraba el ambiente.
Leí la segunda lectura (confieso que no sabía si sacarme la mascarilla o no) y cuando comulgué fue como una rara experiencia de ponerme y sacarme la mascarilla en cuestión de segundos. Es muy extraño. Pero es lo que nos toca.
Pensé en Vale, en su ilusión de casarse, en la incertidumbre que los novios viven en esta época COVID, en el desánimo de no tener a todos los amigos en la ceremonia, o no poder hacer una fiesta como la soñabas.
Gestos de cariño
Por eso quisiera compartirte cuatro gestos de cariño que puedes tener con tus amigos novios que se casan en este tiempo:
1. ¡Escríbeles!
Diles cuánto los quieres, lo feliz que estás de los pasos que van dando. Hazles saber que estás para lo que necesiten. Pregúntales cómo están, cómo se sienten.
Es un tiempo donde las reuniones con los amigos se han reducido al máximo. Ojalá el amor de los amigos no se reduzca en nada.
2. ¡No los comprometas!
Quizá están pensando hacer una boda íntima, no les mandes indirectas que puedan ponerlos en aprietos. Es decir, no les preguntas la fecha de la boda o el lugar de la recepción posterior porque quizá han tenido que reducir su lista de invitados al máximo.
Y decírtelo sin que estés invitado, puede ser incómodo. Deja que ellos tomen siempre la iniciativa en ese aspecto. Y sea lo que sea que te digan, ¡ámalos con todo!
3. Recen juntos, es uno de los más bellos gestos
Me encantó que Vale me haya invitado a rezar un rosario con otros amigos antes de la boda. Lindo provocar estos espacios de encuentro, de conexión espiritual.
Momentos así son un abrazo de Dios para los novios a través de la compañía de sus amigos.
4. Dales regalitos
No tienen que ser costosos, pero intenta tener gestos con ellos. Quizá han sido golpeados económicamente, quizá están muy preocupados por la incertidumbre, y tener ese aliento de los amigos vale muchísimo.
Obviamente no te quedes solo en lo material. Que todo regalo venga de la mano con el compromiso de seguir pendiente de tus amigos, recordando que nosotros los cristianos, no solo le damos regalos a nuestros amigos, les damos la vida.
Escrito por: Fernando Merino, vía Catholic-Link.
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