Las mamás desbordadas somos aquellas que en algunos momentos sentimos que no podemos más, que las horas del día no alcanzan y preguntamos en qué se consumen las horas si la lista de tareas sigue pendiente. Las mamás desbordadas somos aquellas que en un día cualquiera queremos gritar a todos los vientos que es demasiada carga o que simplemente estamos extenuadas.
Si en algún momento te has sentido de esa manera debes hacer un alto y analizar por qué estás cansada, reorganizarte y priorizar.
Aquí te dejamos algunos consejos que te pueden ayudar:
1- Hagamos un alto.
Hay que priorizar entre lo que no puede esperar y lo que no es realmente importante. Por ejemplo: No podemos postergar llevar a los niños a la escuela o al doctor si están enfermos, pero sí podemos postergar el almuerzo con una amiga (aunque a veces lo necesitemos) o llevar a los hijos a que jueguen en casa de un amigo.
2- Una cosa a la vez.
Los expertos en este tema dicen que la energía interna se debilita si se tratan de hacer varias cosas a la vez. Las cosas de una en una salen mejor, Simplifiquemos nuestra vida.
3- Aprendamos a decir no.
Siempre tratamos de dar lo mejor no solo en el hogar sino fuera de él, pero hay que saber decir no para evitar sobrecargarnos de actividades que terminarán agotándonos más.
4- Pidamos ayuda.
Si sentimos que no nos damos abasto pidamos ayuda, lo peor que puede pasar es que no la consigamos. Si hay que ir de lunes a sábado a actividades curriculares y extracurriculares pidamos apoyo a amigas que estén en los mismos menesteres o a familiares que creamos nos puedan ayudar con gusto y felicidad.
5- Descansa.
Trata de descansar lo más que puedas. Tenemos que insistir en este punto, aunque nos cueste mucho lograrlo.