En estos momentos de gran incertidumbre urge que los padres, abuelos y tutores conozcan cómo hablar con los niños sobre las malas noticias.
Hablar con los niños sobre malas noticias puede ser un desafío, pero es importante abordar el tema de manera cuidadosa y compasiva. Las noticias pueden ser abrumadoras para los niños, especialmente aquellas que son malas.
Consejos para hablar con los chicos sobre las malas noticias
Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte de Verónica Pastor, especialista en educación de Alouette Centro de Desarrollo Infantil:
Mantén la calma
Antes de hablar con los niños, trata de mantenerte tranquilo. Los niños son muy sensibles a las emociones de los adultos, y tu actitud puede influir en cómo perciben la situación.
Adapta la conversación a su nivel de desarrollo
Ajusta tu lenguaje y la complejidad de la explicación de acuerdo con la edad y nivel de comprensión del niño. Utiliza palabras y conceptos que sean apropiados para su edad.
Sé honesto, pero cuidadoso
Proporciona información honesta de una manera que sea apropiada para su nivel de comprensión. Evita dar detalles innecesarios que puedan ser abrumadores.
Ofrece seguridad
Asegúrales que estás allí para apoyarlos y que harás todo lo posible para mantenerlos seguros. Esto puede ayudar a reducir la ansiedad.
Fomenta las preguntas
Anima a los niños a hacer preguntas y expresar sus emociones. Escucha con atención y responde de manera honesta, incluso si no tienes todas las respuestas.
Utiliza metáforas o comparaciones
En algunos casos, puedes recurrir a metáforas o comparaciones para explicar conceptos difíciles de entender. Por ejemplo, podrías comparar una enfermedad con un «ejército de células malas» que el cuerpo está combatiendo.
Mantén rutinas
En la medida de lo posible, intenta mantener las rutinas diarias. Las rutinas proporcionan estabilidad y seguridad a los niños, incluso en situaciones difíciles.
Busca apoyo profesional si es necesario
Si la situación es particularmente difícil o traumática, considera buscar la ayuda de un profesional, como un psicólogo infantil o un consejero escolar, para brindar apoyo adicional.
Fomenta actividades positivas
Después de la conversación, busca maneras de mantener un ambiente positivo. Participa en actividades que disfruten juntos para fortalecer el vínculo y crear momentos alegres.
Recuerde que cada niño es único, y lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. Observa las reacciones y ajusta tu enfoque según las necesidades individuales de cada niño.
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