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Decir: «no son todos iguales», es afirmar que ningún hombre es 100% igual a otro, por ende está mal encasillar a todos de manera despectiva.

El mundo está lleno de ideas que, por más populares que parezcan, no son ciertas. Repetirlas es fácil, y resulta bastante tentador usarlas en el discurso porque suelen “ser aceptadas”.

El tema es que esas mentiras a veces se encarnan profundamente en nuestro interior, y nos escudamos en ellas, para dar razón de nuestras decisiones o para intentar explicar todo lo que nos ocurre.

Nos escudamos en que “hijo de tigre sale pintado” para decir que somos lo que somos porque así nos educaron, o en que “árbol que nace torcido nunca endereza”, para explicar por qué no nos esforzaremos en cambiar.

Hoy les quiero hablar de una bastante famosa: “todos (o todas) son iguales”, idea con la que podemos llegar a creer que será imposible encontrar a alguien. Lo siento, pero esa es una de las mentiras aprendidas más grandes del mundo.

 

 

Existen, pero no siempre son todos iguales

Ciertamente que existen personas que, por heridas y carencias, lastiman a otras. Pero decir que todos los hombres engañan, que no buscan nada serio o que quieren con todas es falso; así como también es falso decir que todas las mujeres son interesadas e intensas, y que están desesperadas por un novio. Repetir la frase —o creer en ella fuertemente— solo crea división y relaciones cada vez más rotas.

Tengo una teoría. Si has adoptado en tu vida esta mentira, puede ser por dos razones: o buscas siempre el mismo tipo de personas, o no te atreves a buscar en lugares diferentes. Cualquiera sea el caso, te tengo la solución: sal de tu zona de confort. Es fácil acostumbrarnos a lo que nos parece cómodo, pero…, ¡lo cómodo no siempre es lo que está bien!

¿Cómo hacerlo?

Tus heridas y carencias no pueden hacerte esclavo de tus decisiones. Antes de buscar a otra persona, recuerda:

Trabajar en aquello de ti mismo que te cuesta. Para eso te recomiendo buscar a un profesional que te ayude a reconocer en qué debes trabajar.

Tener mucha claridad en lo que buscas en el otro y no conformarte con menos. ¡Ojo! Tampoco esperes que tu pareja sea Superman o la Mujer Maravilla. Se vale tener claridad en lo que quieres, pero también es importante tener los pies sobre la tierra.

Siempre esfuérzate por conocer al otro en el terreno de la amistad. No existe mejor manera de saber si la persona es o no que siendo buenos amigos.

Por último, recuerda que no existen las parejas hechas a tu medida. Muchas relaciones no funcionan porque llegar a acuerdos y puntos en común es una tarea difícil —quizás después te pueda escribir sobre esto—, pero una cosa es que la relación no funcione, y otra muy distinta es que todas tus parejas tengan rasgos similares.

Estoy convencida de que el mundo está lleno de mujeres y hombres maravillosos: decir que todos salieron de una fotocopiadora sería negar la creatividad de Dios, y negar también que su misericordia puede cambiar los corazones. Si en ti Él ha hecho cosas grandes, ¿por qué no habría de hacerlo en los demás?

 

NO TODOS SON IGUALES 3

 

Escrito por: Ana Cris Tobón, comunicadora social – periodista, vía amafuerte.com.

 

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