Hay un motivo muy romántico para leer la Biblia. ¡Te cuento por qué es poesía sagrada!
Amo leer. Leo cada vez que tengo la posibilidad de hacerlo y eso es fácil porque siempre cargo conmigo un libro (además del Kindle). Me piden sugerencias de cómo leer más y con gusto (y emoción) comparto algunas cuantas. ¿Sabes qué tiene que ver esto con las Sagradas Escrituras? Te lo iré contando luego de este video.
* Este video contiene algunas escenas sensuales…
Enamorarse de la Palabra
Así como me enamoré de los libros, me enamoré de las palabras. Es como si cada palabra tuviera un gusto, un significado que se saborea y con el que uno puede deleitarse.
De la misma manera, las Sagradas Escrituras tiene un gusto especial. También se saborean. También uno puede deleitarse en ellas. Uno puede enamorarse de estas. Quiero compartirte una frase que leí hace un par de días y que me encantó:
«Podemos, sin duda, leer las Escrituras como una forma de poesía divina además de como historia sagrada. Ambas lecturas son compatibles, y así, descubrimos las rimas de Dios en el correr de la historia» (Scott Hahn, Comprometidos con Dios).
Poesía de Dios
Entre salmos y citas, ¿me creerías si te dijera que Dios te dedica un poema? ¡Qué increíble que el que hizo el Cielo y la tierra haya dejado una carta de amor para que la leas una y otra vez! Porque ¿no es emocionante recibir una carta…?
Imagina que esta carta tiene voz. Tiene un tono que podemos reconocer, como reconocemos el de una persona muy querida. Porque Él sigue hablando.
Una conversación con Dios
Él sigue hablando y nosotros podemos responderle. Estamos llamados a entablar un diálogo divino con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Estamos invitados a una tertulia que además nos transforma desde dentro. Si un libro cambia vidas, como dice el video que te compartí al comienzo… imagina cómo cambia la vida los libros escritos por el autor del universo.
Piensa, además, que cada vez que lees un fragmento de las Sagradas Escrituras, Él te dice algo nuevo. Tú le hablas de tus cosas y Él te responde con un argumento que podría parecer idéntico al que leíste ayer, pero no: no es una frase prefabricada. Es Palabra viva.
También ten en cuenta que Jesús es la Palabra. Anímate a encontrarte con Él, a vivir una verdadera relación que empieza en la tierra hasta tocar el Cielo.
Escrito por: María Belén Andrada, vía Catholic-Link.
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