El cielo podemos considerarlo como la máxima plenitud, donde no existen problemas, enfermedad, guerras, ni nada malo: todo allí es perfecto. Aunque la realidad aquí en la tierra es otra, es posible que todos tengamos al menos un pedacito de cielo en nuestro hogar, que aunque no sea perfecto, puede llegar a acercarse a serlo si aplicas estos sencillos pero valiosos consejos, como prioridades en tus hijos. Estoy segura de que si lo haces, llegarás a experimentar esa plenitud.
La Biblia registra en Mateo 22:34 que el primer y gran mandamiento es amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. Una manera de cumplir con este mandato es colocando a Dios como centro de nuestras vidas. Es por eso que entre nuestras prioridades debe encontrarse Dios.
Lista de prioridades con los hijos
1. Dios primero
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Es importante que a los niños aun cuando están pequeños se les hable del conocimiento de Dios. Desde que están en el vientre de la madre se les debe orar, declarar, profetizar, cantar y proclamar salmos.
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Acostumbrar a los hijos a dar gracias a Dios al levantarse y orar al acostarse. Orar en familia también fortalece los lazos espirituales entre todos y les crea un patrón de buenos hábitos familiares.
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Leer la palabra de Dios con los hijos de acuerdo a su edad es también parte de la base espiritual de ellos.
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Hacer actividades en casa sobre enseñanzas, reflexiones, etc., que sirvan de preparación y desarrollo de sus vidas.
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Involucrar a los hijos en el servicio y en los ministerios encargados, bien sea para niños, adolescentes, jóvenes, etc.
2. Valores y hábitos en el hogar
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La tarea de formar un hogar no es cosa fácil y criar hijos más. Es importante desde pequeños educar a los hijos con principios y valores sólidos. Desde cómo hablar, hasta cómo comportarse. Nuestra conducta es el mayor ejemplo que le podemos dar a nuestros hijos, ya que nosotros como padres seremos su modelo a seguir y debemos procurar que sea el mejor.
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Hay que enseñar a los hijos a crear hábitos en todo, para que así las tareas y costumbres del hogar no se hagan una carga para ellos, sino más bien sea parte de sus rutinas.
Hábitos en:
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La comida: establecer un orden alimenticio sano (horarios).
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Entretenimiento: ya sea la televisión, video juegos, juguetes, deportes, etc., debe existir un límite para esto, sin exceder el tiempo que ocupe dicha actividad puesto que le resta tiempo a otras actividades importantes.
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Dormir: se debe establecer una hora estándar para dormir. Podrías exceptuar los fines de semanas.
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Quehaceres: hay que enseñar a los niños desde pequeños a ser colaboradores en cuanto a las cosas del hogar. Esto los ayudará a no ser dependientes.
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Orden: con sus cosas, habitación, etc. Asignar labores, repartir funciones, crear métodos para hacerlo de manera creativa, los llevará a que dicha labor no sea ardua ni quejumbrosa.
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Tareas: establecer el tiempo que se le dedica a los estudios, evitando dejarlo para última hora.
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Aseo personal: es necesario recordarlo porque precisamente cuando son niños no le prestan mucha atención a esto, pero instruirlos los enseñara a ser personas pulcras en todo (dientes, baño, cabello, etc.)
En cuanto al área emocional es sumamente importante demostrar el afecto a nuestros hijos, no solo con nuestros cuidados, sino dándole todo nuestro amor de manera efectiva y notoria con nuestras atenciones, así como lo hacemos con nuestro cónyuge.
Herramientas para alcanzar esta meta
– Pasar tiempo de calidad con los hijos, compartir algún tiempo especial, no importa qué cantidad de tiempo sea, pero que marque el momento (paseo, en el mismo hogar, alguna actividad juntos, etc.).
– Palabras de afirmación: estoy muy orgullosa de ti, eres muy inteligente, sí se puede, eres mi tesoro, te amo, son solo algunas de las palabras que pudieses emplear con tus hijos.
– Contacto físico: es súper importante, esto realmente neutraliza sentimientos de inseguridad y fortalece las emociones. Abraza, besa, acaricia a tus hijos no importa la edad que tengan. Cuando alimentas esta área, no les costará hacerlo de forma natural cuando estén grandes, porque ya como hijos lo han hecho.
– Muestras de amor: es una muy buena manera también de demostrar afecto. Ojo: los regalos no sustituyen el amor, simplemente puedes darlos de manera gratificante y merecedora.
– Actos de servicio: es lo que más hacemos por ellos, sin embargo, es necesario resaltarlo, hay algunos padres que descuidan su responsabilidad en esta área.
– La disciplina es importante aplicarla cuando requiera hacerlo, se debe corregir al niño al instante de su falta y no dejarlo pasar, puesto que a la larga traerá consecuencias graves si no se atacan las fallas al momento. Si lo haces con sabiduría y amor, no le hará daño al niño, por lo contrario, lo librarás de malas conductas en su futuro.
– Saber decir «no». Muchas veces creemos que al complacer a los hijos en todo le estamos haciendo algún bien y no sucede así, por lo contario, solo lo estaríamos malcriando. Hay ocasiones y cosas a las que debes decir un no rotundo, sin remordimientos. Si te excedes en complacerlo y en consentirlo, el día que quieras dejar de hacerlo, te costará.
– Libertad, flexibilidad y confianza: ¿Qué tanto dar estas tres cosas? Pues la confianza debe ser total, debes demostrarla hacia ellos para que así ellos se sientan seguros de poder confiar en ti sin tener nada que ocultar. La libertad debe ser proporcionada dependiendo del caso. La flexibilidad es necesario aplicarla, como padres sabios no podemos ser extremistas en cuanto a la sobre protección de los hijos, pero sí ser muy cautelosos ante todo.
– Desprendimiento: es vital debido a nuestra condición de forasteros aquí en la Tierra. Tenemos que enseñar a nuestros hijos a ser desprendidos en todos los sentidos, tanto en las cosas materiales, como con las personas. Esto les enseñará a ser independientes, a no crear apegos y también los hará personas seguras que podrán desenvolverse solos sin la ayuda de los padres.
Esto debe volverse un hábito en nuestro diario vivir
Educar a los niños no es trabajo de maestros y profesores, aunque vaya acoplado a su labor, educar a los niños es trabajo de los padres. Las escuelas enseñan conocimientos, los padres educación. La educación viene del hogar. Haz que tus hijos sean ejemplos a la sociedad.