En los hombres mayores de 50 años, el problema más común de la próstata es su agrandamiento, conocido como hiperplasia prostática benigna.
La próstata es una glándula que forma parte del sistema reproductivo masculino y tiene aproximadamente el tamaño de una nuez y rodea la uretra, conducto que lleva la orina desde la vejiga hasta el exterior del cuerpo. Ayuda a producir semen, el líquido que contiene esperma.
La patología de próstata es uno de los motivos de consulta más frecuentes en medicina familiar y urología, por ello es importante reconocer los principales datos clínicos que ayuden a realizar diagnósticos diferenciales entre los problemas prostáticos más frecuentes.
Hiperplasia prostática benigna (HPB)
Si la próstata se agranda demasiado, puede causar varios problemas de salud. “La Hiperplasia Prostática Benigna, HPB, es una de las enfermedades más comunes en el adulto varón. Su prevalencia ha aumentado por el crecimiento demográfico, el incremento de la expectativa de vida y por los cambios en el estilo de vida”, indica el doctor Juan Carlos Vélez Román, especialista en urología y profesor universitario.
“La HPB es una condición de muy alta prevalencia tanto en Colombia como a nivel mundial, se considera que el 90 por ciento de los hombres entre los 45 y 80 años tiene algún tipo de síntomas urinarios bajos, muy posiblemente relacionados al crecimiento prostático”, así lo manifiesta el doctor Hugo López Ramos, urólogo y epidemiólogo clínico.
Cabe destacar que la HPB se refiere al crecimiento benigno de la próstata, que aparece con la edad y por estímulo de la testosterona, generalmente, después de los 35 a 40 años de edad.
De acuerdo con el doctor Vélez, el diagnóstico de Hiperplasia Prostática Benigna se da inicialmente basado en la sospecha por los síntomas del tracto urinario inferior, como, por ejemplo: disminución del calibre del chorro urinario, esfuerzos para orinar, sensación de no haber terminado de orinar, aumento en la frecuencia o imposibilidad para la micción, entre otros.
De presentarse lo anterior, se debe realizar la palpación de la próstata a través del tacto rectal en donde se puede notar el agrandamiento de la glándula, seguido de exámenes clínicos que ayudan a confirmar el diagnóstico, como, ecografía de vías urinarias transabdominal o ecografía de próstata transrectal, cistoscopia, uroflujometria, antígeno prostático específico, uroanálisis y creatinina.
Importancia del chequeo
El doctor Vélez señala que en relación al chequeo prostático: “en pacientes sin síntomas en términos generales a partir de los 50 años, pero podrían empezar entre los 40-49 años sobre todo si tienen factores de riesgo como familiares en primer grado de consanguineidad con cáncer de próstata, la frecuencia de estos chequeos se ajusta a cada paciente según sus factores de riesgo y el resultado de sus pruebas de laboratorio, pero se podría decir que entre 1 y 3 años”.
-
Lee también sobre: La trombosis causa el 25% de muertes en el mundo.