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Con lo cambiante del mundo y las actuales modas, cabe una pregunta que muchos se hacen: ¿vale la pena el matrimonio?

¿Vale la pena el matrimonio?

En un mundo donde las relaciones, a menudo, se reducen a interacciones superficiales y fugaces, el compromiso adquiere un significado especial. Para aquellos jóvenes comprometidos, camino al sacramento del matrimonio, el compromiso es más que una palabra.

El matrimonio posee un significado profundo, conectado con el amor, la fe y el servicio mutuos. En este artículo, exploraremos la belleza del compromiso a través de la lente del propósito del matrimonio.

 

 

La esencia del compromiso

El compromiso, en el matrimonio, no es simplemente un acuerdo contractual. Es una promesa sagrada ante Dios y ante la comunidad. Implica un compromiso de amor total, de fidelidad y de apoyo mutuo, siempre enriquecido por la gracia de Dios. Así, trasciende las dificultades y los desafíos, porque se sostiene en la fortaleza de la fe y la esperanza.

La conexión con la vocación

El matrimonio no es solo una unión entre dos personas. Es una vocación, un llamado de Dios al amor y al servicio.

En este compromiso, los esposos se convierten en instrumentos del amor, reflejando la relación entre Cristo y su Iglesia. Al abrazar esta vocación, los jóvenes comprometidos se embarcan en un viaje de crecimiento espiritual y santificación mutua.

La importancia del discernimiento y el matrimonio

Antes de dar el paso hacia el matrimonio, es crucial un discernimiento cuidadoso y sincero. Este discernimiento implica reflexionar sobre la voluntad de Dios para sus vidas, buscando orientación a través de la oración, la Escritura y el consejo espiritual. Al discernir juntos, los jóvenes comprometidos pueden profundizar su comprensión del propósito del matrimonio y su llamado específico como pareja.

La fortaleza del compromiso en tiempos difíciles

El compromiso matrimonial se pone a prueba en momentos de dificultad y adversidad. Sin embargo, es precisamente en estos momentos conflictivos cuando el compromiso adquiere su mayor belleza.

Es en la entrega desinteresada, en el perdón generoso y en el apoyo incondicional donde se manifiesta el verdadero amor. Con la gracia de Dios como guía, los esposos pueden enfrentar cualquier desafío juntos, fortaleciendo su unión y creciendo en santidad.

La misión del matrimonio

El matrimonio tiene una misión única en el mundo: ser un testimonio vivo del amor de Dios. A través de su amor mutuo, los esposos están llamados a ser signos de esperanza y reconciliación en un mundo herido. Al vivir su compromiso con valentía y generosidad, pueden transformar sus hogares en santuarios de amor y fe, irradiando la luz de Cristo a todos los que los rodean.

En conclusión, la belleza del compromiso en el matrimonio radica en su llamado divino, su conexión con la vocación y su capacidad para superar desafíos con la gracia de Dios. Para los jóvenes comprometidos, este compromiso representa un viaje de crecimiento espiritual, servicio mutuo y testimonio del amor de Dios. ¡Que cada paso en este camino esté marcado por la confianza en la providencia divina y el compromiso inquebrantable el uno al otro, en la alegría y en la adversidad!

 

 

Escrito por: Lore y Diego, IG: @quelamornosacompane.blog

 

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