El trío italiano «Il Volo», compuesto por Pierto Barone, Ignazio Boschetto y Gianluca Ginoble, está emocionando el mundo de la música pop. Estos veinteañeros han cantado ya con Plácido Domingo, han estado de gira con Barbra Streisand, han actuado con Miguel Bosé, Gloria Estefan, Ivete Sangalo, Biagio Antonacci y Laura Pausini en el Madison Square Garden de Nueva York.
El trío también ha sido huésped del Nobel de la Paz Prize Concert, con ocasión de la entrega del premio para la paz a la Unión Europea. Han actuado en el Oslo Spektrum arena en Noruega, cerca de artistas como Kylie Minogue, Ne-Yo, Seal y Jennifer Hudson en un concierto retrasmitido en más de 100 países.
En mayo del 2013 la versión para el mercado latino de «We are love», titulada «Más que amor», en la primera semana de ventas subió en seguida al primer puesto en la clasificación «Billboard Latin Pop Albums» y en la posición número dos de la clasificación “Billboard Top Latin Albums”. “Más que amor” es disco de oro en México y en Argentina.
El 24 abril de 2014 en el Bank United Center de Miami, “Il Volo” fue premiado como Mejor grupo del año en la categoría «Latin Pop Albums» y resultó ganador del «Pulso Social», reconocimiento dado al artista que ha dominado las internacciones de las redes sociales durante los Premios Billboards. ZENIT los ha entrevistado.
¿Sois católicos?
–Todos: Sí, obviamente… Sí, claro…
–Piero: Hemos crecido con la fe católica que nos han enseñado en nuestras familias. Nuestros padres nos han llevado siempre a la Iglesia. Vamos a la Iglesia cada domingo y rezamos todos los días.
¿Cuánto cuenta la fe en vuestro trabajo?
–Gianluca: Hay una gran frase: «Quien canta reza dos veces…»
–Ignazio: Creo que rezar alimenta la esperanza y la fe. Es muy importante rezar.
En el álbum que habéis publicado en Navidad se puede ver una profunda religiosidad…
–Gianluca: Sí, sobre todo cuando cantamos el Ave María… el Panis Angelicus. Porque yo canto para Dios. Y en el Ave María, yo canto para María. Me basta mirar a lo alto del cielo y pienso en ello. Sí, los textos son bonitos. Ave María está en latín, he estudiado latín durante dos años, y entiendo el texto, los términos, cada palabra. Por eso es algo especial en mi corazón.
¿Cómo de importante ha sido vuestra familia en vuestra formación y cuánto cuenta en la vida frenética de esta vida?
–Ignazio: Tenemos que dar las gracias a nuestras familias por habernos dado una buena educación.
–Piero: Hay una razón por la que hablamos siempre de nuestras familias. Porque si hoy estamos aquí, es solo gracias a ellos y a Dios que nos ha dado este talento. Todos en la familia han hecho y están haciendo sacrificios por lo que nosotros somos hoy. También nuestros hermanos y nuestras hermanas sufren nuestra ausencia. Nosotros amamos y damos las gracias a nuestros padres cada día.
¿Es verdad que se han esforzado económicamente para que estéis aquí hoy?
–Ignazio: Cuando se habla de sacrificio no entendemos solo en términos de dinero, sino en términos de tiempo y de confianza. Ellos han tenido fe, querían ayudarnos y no solo con el dinero.
–Gianluca: Creo que los padres desean ver a sus hijos felices, es todo lo que quieren.
–Ignazio: Si nosotros estamos felices, ellos lo están.
¿Cómo mantenéis el contacto con vuestros familiares?
–Piero: Estamos en el 2014 y gracias a la tecnología podemos hablar con nuestras familias a través de Skype. Hablamos con ellos todos los días. Nos pregunta si nos gusta lo que estamos haciendo y nos animan…
–Ignazio: … pero, naturalmente, les echamos mucho de menos.
–Gianluca: Esta es probablemente la parte negativa de este tipo de vida: estar lejos de la familia, aunque consigamos comunicarnos con ellos todos los días.
Piero, algunos se han fijado que a menudo llevas una cruz al cuello, se dice también que estás ayudando a tu hermano y tus parientes. En particular estás financiando su formación. ¿Qué puedes decirnos al respecto?
–Piero: Esta cruz me la regaló mi abuela hace seis años, y no me la quito nunca, está bendecida. Tengo un hermano y una hermana. Sí, es verdad que les estoy ayudando.
Habéis tenido el honor de ver al Papa Francisco recientemente…
–Piero: Vimos al Papa hace tres meses y tuvimos la oportunidad de hablar con él. Ya lo apreciábamos antes de tener la posibilidad de encontrarle, pero ahora lo amamos. Porque en esos pocos segundos que estuvimos cerca de él, nos ha dado más espíritu, más alegría, más gusto por la vida.
–Ignazio: El Papa Francisco está dando un nuevo mensaje en la Iglesia. Un mensaje fresco, un mensaje de amor por la religión.
–Gianluca: Nos gustaría cantar para el Papa un día. Delante del Papa. Claro… Este es uno de nuestros sueños.
¿Le habéis enseñado vuestros discos?
–Piero: Sí, le dimos nuestros dos discos «Il Volo» y «Il Volo: We are Love». Le dijimos que hemos actuado en el Gran Rex en Argentina, en Buenos Aires, tres veces. Nos ha dicho: «Claro que lo se». Él es «super cool». Lo adoramos.
El Papa Francisco hala de los ancianos. Sé que vuestros abuelos han sido importantes para vosotros…
–Gianluca: Mi abuelo era muy católico. Iba todos los días a la Iglesia a rezar, a rezar por mí […] Los abuelos han sido nuestra inspiración, mi abuelo, la abuela de Ignazio.
–Ignazio: Mi abuela era muy católica.
–Gianluca: Hemos comenzado a escuchar este tipo de música gracias a nuestros abuelos.
–Piero: En la generación de nuestros abuelos todos eran muy católicos. Las nuevas generaciones, creo, han perdido esta catolicidad. Pero, gracias al Papa Francisco, creo que muchos católicos regresarán a la Iglesia.
–Gianluca: Sí, los jóvenes son muy cercanos al Papa Francisco.
Sabemos de muchas buenas acciones que habéis realizado, como haber visitado a una chica enferma…
–Piero: Sí, hemos hecho «buenas acciones» por algunos de nuestros fans. Estamos contentos y orgullosos que amen nuestra música. Y estamos felices de poder donarles una sonrisa, sobre todo si sus vidas son a veces tan duras.
–Gianluca: A veces durante los conciertos vemos gente que nos dice: «Me has salvado la vida, vuestra música me ha salvado la vida». Esto me hace sentir mejor… me hace sentirme una persona mejor.
Vía Zenit