Te vas de viaje con tus hermanos, quienes ya son adultos. ¿Cuál de estos tres escenarios suena más como algo que harías?
Lo has estado planeando por semanas, reservaste habitaciones en el hotel, hiciste reservas en restaurantes, le cambiaste el aceite al auto y lo llenaste el estanque con gasolina. También organizaste paradas para descansar en el camino.
Has estado corriendo toda la mañana tratando de hacer todo lo que tienes que hacer, eventualmente terminas tirando un poco de comida y ropa en tu bolso en el último minuto. Si eres el que manejará, esperas poder encontrar una estación de gasolina en el camino donde puedas llenar tu tanque que actualmente está medio vacío.
¿Viaje familiar? ¡Suena divertido! Vas al viaje sin ninguna contribución planeada, excepto tus historias y algunas bromas. Disfrutas de la comida que tu hermano mayor trajo consigo y te das cuenta que quizás tengas que comprar un abrigo para la lluvia cuando llegues a donde van.
- Si la número 1 suena familiar, probablemente seas el mayor.
- Si lo segundo te describe bien, quizás seas el hijo de al medio.
- Si sientes que el tercer escenario te describe, entonces probablemente seas el bebé de la familia.
El orden del nacimiento importa
Algunos investigadores creen que el orden en que se nace es tan importante como el género y casi tan importante como la genética. Nos lleva de vuelta a toda esa problemática de la crianza versus la naturaleza de las personas. No existen dos niños que tengan los mismos padres, aunque pertenezcan a la misma familia. ¿Por qué? Porque los padres son diferentes con cada uno de sus hijos, quienes nunca toman el mismo rol. Por ejemplo, si eres el niño que cuida a los demás, entonces ese rol ya no está disponible y tu hermano tomará otro, quizás el del triunfador.
Somos padres diferentes con cada uno de nuestros hijos
Si lo piensas, los primogénitos entran a una familia de adultos que están orgullosos de todos sus progresos y asustados de que les pase algo. El niño del medio usualmente es dominado por el primogénito, quien es mayor, más inteligente y más competente. En el momento en el que el bebé llega, los padres usualmente están cansados, exhaustos y es menos probable que se fijen en cada pequeño detalle. En este punto, ya sabes que tu bebé no se romperá y por lo tanto puedes ser más flexible tanto en la atención como en la disciplina. Debido a esto, el bebé aprenderá desde pequeño a seducirte y entretenerte.
El triunfador, el pacífico y el alma de la fiesta
Mientras que el hijo mayor está programado para la excelencia y los logros, el hijo del medio es criado para que sea comprensivo y conciliador, mientras que el bebé busca atención. El resultado genera que el orden en que nacen sea una variable poderosa a la hora del desarrollo de la personalidad.
El primogénito: el triunfador
El hijo mayor probablemente tendrá más cosas en común con otros hijos mayores que con sus propios hermanos y hermanas. Debido a que han tenido tanto control sobre sus padres y gran parte de su atención cuando eran primerizos; son muy responsables, se puede confiar en ellos, saben comportarse, son cuidadosos y reflejan una versión en miniatura de sus propios padres.
El hijo del medio: el pacifista
Si eres el hijo del medio, probablemente eres comprensivo, cooperativo y flexible aunque también tienes características competitivas. Te importa la justicia. De hecho, como el hijo del medio, es probable que tengas un círculo cercano de amigos que representan una parte adicional de tu familia. Es aquí donde encontrarás la atención que probablemente no recibiste en tu familia. Como el hijo del medio, recibiste la menor cantidad de atención de parte de tu familia, y como resultado, esta familia que has elegido es tu compensación. En esta posición, te encuentras en compañía de notables presidentes de Estados Unidos y celebridades tales como Abraham Lincoln, John F. Kennedy, Winston Churchill, Bill Gates, Donald Trump y Steve Forbes. A pesar de que te desarrollaste un poco después, te encontrarás en carreras poderosas que te permitirán usar tus habilidades de negociación… y conseguir toda la atención que necesitas.
El hijo menor: el alma de la fiesta
Si eres el bebé, tus padres ya tienen confianza en sus roles como cuidadores, y por lo tanto son más indulgentes y no prestan, necesariamente, atención a todos tus movimientos como lo hacían con tus hermanos mayores. Por lo tanto, has aprendido como seducir al público con tu simpatía y encanto.
Como el hijo menor, tienes más libertad que tus hermanos y, en cierto sentido, eres más independiente. También tienes mucho en común con tu hermano mayor, ya que ambos sienten que tienen derechos y que son especiales. Tu rango de influencia se extiende a lo largo de tu familia, quienes te apoyan tanto emocional como físicamente. Por lo tanto, sientes que tienes un lugar para ti y te hace sentir seguro.
Padres: conozcan a su hijo
El análisis final para los padres es que es importante conocer a tu hijo. Incluso más importante que el orden en el cual nacen es crear un ambiente que sea positivo, seguro, saludable y estimulante para ellos. Al comprender la personalidad particular de tu hijo y su temperamento, puedes organizar su ambiente para hacer que lleguen al máximo de sus capacidades. Por ejemplo, comprender que el primogénito se siente muy responsable te ayudará a no darles una carga tan pesada y a reconocer que el bebé de la familia está experimentando un ambiente que es menos estricto te puede ayudar a ser más diligente con tu disciplina.
Los niños necesitan que se les permita buscar su propio destino, sea cual sea su rol dentro de la familia; y como padres, el trabajo más importante que tienen es apoyar su viaje individual.
Vía UPSOCL