No puedes elegir la situación, pero puedes elegir como vivirla.
La mayoría de las personas que han pasado por la infidelidad sienten esta situación como una vulneración de la confianza de pareja. Es ahí donde se rompe el compromiso, la intimidad, los acuerdos y anhelos que tenían en común. Sea como autor o víctima, esta experiencia humana da origen a grandes grietas emocionales en las personas, las que reaccionan creando situaciones que no siempre manejamos de la mejor manera.
Los motivos por los cuales uno de los miembros de la pareja llega al punto de la infidelidad pueden ser varios y van mucho más allá de la existencia de posibles carencias en la relación, el carácter o la personalidad. Aunque siempre tienen en común resultados como: sufrimiento, insatisfacción y la gran encrucijada sobre cómo actuar después de la infidelidad.
La cara detrás del infiel
Dar una causa exacta que explique la infidelidad es imposible, ya que es un hecho que tiene detrás muchos factores. Entre las causales están: atracción sexual, oportunidad o deseo. Sin embargo, existen factores profundos e inconscientes que tienen una mayor responsabilidad. Muchos juzgamos a las personas que son infieles, pero alguno se ha preguntado ¿para qué lo hace? ¿qué es lo que buscan con esto?
En la mayoría de los casos la infidelidad es el resultado de una profunda insatisfacción personal. Este es un sentimiento de infelicidad con nuestra propia vida (no necesariamente con la relación), por lo que tratamos de buscar o cubrir esta carencia con otra persona.
Esta emoción de infelicidad con frecuencia es fruto de inseguridades, indecisiones y miedos que pueden tener origen en nuestra infancia o juventud, los cuales nunca nos atrevimos a afrontar o resolver. En muchas ocasiones, este sentimiento es arrastrado desde mucho antes de conocer a la pareja con quien se ha sido infiel.
El propósito de una relación de pareja, no es hacerte feliz, si no hacerte consciente.
–Eckhart Tolle
Reconstruir el pilar
Es indudable que la fidelidad es un pilar fundamental en todo noviazgo o matrimonio, ya que puede dar o destruir su estabilidad. Antes de llegar a tomar una decisión como el divorcio o la separación definitiva ante una infidelidad, es necesario evaluar con la cabeza fría la relación. Pregúntate: ¿vale la pena terminar todo por un error o es algo más? Si esta persona lo hizo por un conflicto emocional interno, fue un caso fortuito y único, la ayuda profesional los puede ser una forma de superar esa etapa de su relación.
Por otro lado, cuando la infidelidad es algo común en una relación, esta ya pasa a ser tóxica, en la que seguramente predominará la dependencia o la baja autoestima. En este punto te invito a tomar conciencia de tu experiencia. ¿Qué es lo que tienes que aprender de ella? Una buena relación no se la mide por el tiempo, sino por sus enseñanzas.
Por Andrés Borbor C.
Psicólogo general
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