La vacuna que la OMS utilizó se entrelazó con el agente esterilizante de la gonadotropina coriónica humana (hCG).
Una investigación promovida por la Iglesia católica de Kenia y el ministerio de Salud ha desvelado que una campaña de vacunación contra el tétanos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF provocaba la esterilidad en muchas de las mujeres que las recibían. Las conclusiones de la Comisión Científica no han sido, sin embargo, firmadas finalmente por el Gobierno, que se retiró del grupo conjunto en vísperas de la publicación del informe final.
“El 30% de las dosis recogidas durante la campaña contra el tétanos, patrocinada y promovida por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF, contienen la hCG”, dijo la Conferencia Episcopal de Kenia, en la difusión del informe. “Es inmoral y poco ético que la OMS y UNICEF patrocinen y financien una campaña inhumana como ésta en nuestro país”, añadieron los obispos, que también exigieron que estos organismos se disculpen con las “niñas y las mujeres de Kenia”.
Las niñas ni las mujeres que las recibieron fueron informadas nunca de su posible efecto anticonceptivo.
Anteriormente, un informe del ministerio de Salud de Kenia había afirmado que las vacunas estaban libres de beta-hCG, el polémico componente que causa la esterilidad. Para los obispos, quedó demostrado que estas conclusiones eran falsas y denunciaron también intentos de “chantaje e intimidación” a profesionales médicos que corroboraron los hechos sobre la vacuna.
«La triste verdad es que la vacuna se entrelazó con el agente esterilizante de la gonadotropina coriónica humana (hCG) igual que el utilizado en los casos de América del Sur”, dijo el Dr. Wahome Ngare, de la Asociación de Médicos Católicos de Kenia, que meses atrás impulsó el caso, denunciando que ni las niñas ni las mujeres que las recibieron fueron informadas nunca de su posible efecto anticonceptivo.
No se trata de la primera vez que campañas internacionales vinculadas a la OMS han sido denunciadas como programas de esterilización encubiertos.
Vía Mundo Negro