El pasado 2 de abril de 2015, Jueves Santo, un grupo de terroristas pertenecientes a la facción somalí de Al Shabab irrumpió en las instalaciones de la Universidad de Garissa, en Kenia, disparando en un inicio de forma indiscriminada y posteriormente seleccionando a sus víctimas, dando como resultado una masacre de cristianos.
Fueron al menos 147 victimas mortales de esta agresión, durante la cual los terroristas incluso tomaron rehenes y el control de las instalaciones universitarias, sólo fue mediante la intervención de las autoridades estatales, que se pudo terminar con tan terrible situación.
“Esto no va a tener repercusión porque no han matado a ningún blanco”.
El Santo Padre Francisco recordó el hecho en su mensaje de Pascua en los siguientes términos: “Que todas las personas de buena voluntad eleven una oración incesante por aquellos que perdieron su vida asesinados el pasado jueves en la Universidad de Garissa, en Kenia, por los que han sido secuestrados, los que han tenido que abandonar sus hogares y sus seres queridos”.
Y después del rezo del Regina Coeli del lunes dijo que: “Pido que la comunidad internacional no permanezca muda e inerte frente a tales inaceptables crímenes, que constituyen una preocupante violación de los derechos humanos fundamentales. Pido verdaderamente que la comunidad internacional no mire hacia otro lado”.
Un sobreviviente de nombre Kevin, informa eldiario.es, afirma que: “esto no va a tener repercusión porque no han matado a ningún blanco”.
Por otro lado, en redes sociales se ha difundido diferentes hashtags, por ejemplo #147notjustanumber, e imágenes invitando a una vigilia que se desarrolló el 7 de abril en el parque Uhuru de la capital Nairobi.
Vía Yoinfluyo