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En esta complicada época en la que vivimos un proceso de ‘desvinculación positiva’ genera beneficios tanto a la empresa como al ex colaborador.

La pandemia desatada por el Covid-19 ha afectado a las finanzas de las empresas a nivel mundial. Medidas como el aislamiento y las restricciones de movilidad han repercutido directamente sobre las ventas de las compañías, por lo que muchas han tenido que reducir sus operaciones y, en consecuencia, realizar recortes de personal.

Esta coyuntura, que puede ser bastante negativa en una primera lectura, puede significar una oportunidad para la persona desvinculada, afirma Paúl Murillo, líder de Consultoría de Adecco Ecuador.

“Muchas empresas han tenido que reducir su personal no porque existan malos resultados o una baja productividad, sino porque el mismo negocio se ha reducido y, por ende, la empresa debe reducir su tamaño. No obstante, un proceso de desvinculación positiva puede traer beneficios y ventajas tanto para la persona como para la empresa”, afirma el especialista de Adecco.

Pero, ¿a qué se refiere el término desvinculación positiva y cómo lograr que esta situación negativa se convierta en una oportunidad? Murillo afirma que todo está en el cambio de las políticas internas de la compañía y en la aplicación correcta de este tipo de procesos. Bien aplicado, tanto el ex colaborador como la compañía pueden salir victoriosos.

 

 

Proceso de “desvinculación positiva”

Un proceso de desvinculación positiva se da cuando la compañía, por una reestructuración interna, debe despedir a un colaborador que, en general, ha sido un buen aporte para el desarrollo de la empresa. Es una manera de mostrar agradecimiento y gratitud a un empleado que debe ser desvinculado por causas ajenas a su desempeño.

Una vez que el empleado ha sido notificado con toda claridad, es cuando la desvinculación toma forma. “Muchos colaboradores han sido realmente importantes para las empresas y es ahí cuando éstas, como una manera de agradecimiento, deben realizar un acompañamiento adecuado al excolaborador para que pueda reintegrarse positivamente al mercado laboral”, explica el especialista. Adecco, por ejemplo, cuenta con varios clientes y muchos casos de éxito de personas que han sido desvinculadas de las empresas pero que, gracias a este acompañamiento, han podido reinsertarse en el mercado laboral en un lapso de 2 a 4 meses.

Para brindar un acompañamiento al ex colaborador luego de su desvinculación, la empresa puede acudir a los servicios de un aliado experto en recursos humanos, que brinde asesoría al candidato para lograr una pronta reinserción y mejorar su perfil profesional. En este proceso, la persona recibe todo el soporte necesario a la hora de buscar empleo, acudir a una entrevista o realizar un assessment profesional.

Al salir de la empresa, el profesional es capacitado para reforzar sus competencias duras y blandas, mejorar sus habilidades para atender una entrevista o realizar un assessment y se le brinda instrumentos para potenciar su autoestima y empoderamiento, de manera que se convierte en un candidato altamente elegible para las posiciones que cumplen con su perfil.

 

 

Beneficios de la desvinculación positiva para la empresa

Un despido es, casi siempre, un proceso negativo para la empresa. Gracias a una desvinculación positiva esto puede cambiar. “Generar este tipo de procesos hace que los colaboradores de la compañía sientan que ésta es consciente de sus necesidades y que no está alejada. Al contrario, brinda la sensación de que la empresa y sus directivos se preocupan por el bienestar de sus empleados, incluso de quienes están siendo desvinculados”, asegura Murillo.

Según algunos estudios, un empleado que es despedido de una compañía guarda cierto resentimiento por sus jefes y por la empresa de la que fue desvinculado. Gracias a este proceso, este tipo de sensaciones son reducidas al mínimo, pues el excolaborador se va con la satisfacción de haber hecho bien su trabajo.

Es esta misma línea de eliminar sensaciones negativas, cuando un colaborador es “desvinculado positivamente”, el sentimiento de agradecimiento hacia la compañía se vuelve protagonista. En casos como el de la pandemia, por ejemplo, en el que el trabajador es desvinculado no por malos resultados sino por causas externas, incluso se deja abierta la puerta para que, cuando la empresa recupere su ritmo, pueda ser considerado nuevamente para la vacante.

Para la imagen de la empresa, tanto hacia sus empleados como hacia la sociedad, la desvinculación positiva tiene grandes beneficios. Socialmente, la empresa es considerada como responsable con sus empleados y sus familias y, corporativamente, se convierte en un buen lugar para trabajar.

 

 

Sobre los beneficios para el ex colaborador

Un excolaborador desvinculado positivamente se vuelve un candidato altamente elegible para una posición que cumpla con su perfil. “En Adecco, por ejemplo, a través del producto de “desvinculación positiva”, iniciamos un proceso que dura, en promedio, 6 semanas. Aquí, el candidato aprende a desenvolverse de manera correcta en entrevistas de trabajo, a realizar una hoja de vida alineada con su objetivo laboral y desarrolla técnicas y capacidades que le van a permitir reinsertarse en el mercado laboral rápidamente”, comenta Murillo.

Parte del proceso implica preparar al candidato no solo con competencias duras, sino también mejorarlo anímicamente para que esto se vea plasmado a la hora de postular a una vacante. “Nos preocupamos por el candidato de manera integral. Durante el proceso, realizamos sesiones de coaching que le permiten al participante mejorar su autoestima y establecer sus metas de empleabilidad”.

 

 

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