Como toda enfermedad haciendo un trabajo en conjunto con los miembros del hogar se obtendrá mejores resultados.
Un adicto en la familia, alcohólico o drogadicto, no representa un problema moral sino una enfermedad. Así lo detalla la Organización Mundial de la Salud (OMS) que asegura, además, que el rol de la familia en los abordajes y tratamientos de esta problemática es fundamental.
Muchos hogares están más afectados que el mismo adicto.
La adicción no es un problema primario de consumos sin sentido que te llevan a la degradación paulatina y sistemática, es una enfermedad emocional que está mucho antes que el consumo. El adicto tiene un sistema de vulnerabilidad emocional que produce, frente al mal manejo de las mismas, un consumo de sustancias (drogas o alcohol), que alterarán su mente o el estado de ánimo.
No hay que entregar juicios de valores, ni calificativos que estigmaticen al adicto, pues lo único que se conseguirá son confrontaciones que producen desgaste y agotamiento emocional sin soluciones.
¿Cómo actuar?
El rol de los padres debe ser conciliador y mantener una línea de sugerencias, para que se comprenda. Papá y mamá: no den dobles discursos sobre permisos y disposiciones. Ambos deben estar de acuerdo siempre en lo que se va a decir en cuanto a salidas, permisos y demás. Un solo discurso es suficiente, de tal forma la persona no encuentra espacios de fuga emocional.
La familia debe también ser intervenida por profesionales para saber cómo actuar y responder en varios momentos claves durante la etapa de consumo o de rehabilitación. Por eso, los tratamientos de recuperación que hoy se ofrecen son integrales: se trabajan con toda la familia. Esto entrega mejores perspectivas en los resultados que los profesionales buscan para ejecutar un diagnóstico.
Muchos hogares, en ocasiones, están más afectados que el mismo adicto, por lo que es realmente importante que estén listos para ser ayudados. Una vez que se dan los tratamientos, la familia debe tener un tiempo dentro de estos programas anti drogas para resultados satisfactorios. De esta forma, el adicto se recupera y la familia queda sana.
Los invito a preguntar a los profesionales en trabajo con adicciones, el nombre de instituciones que están interviniendo con este tipo de tratamientos.
Por Antonio Rimassa Chiriboga
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