Para dejar de lado el pasado, haya sido este bueno o malo, es fundamental cerrar procesos, nuestro presente y futuro depende de ello.
“Para que los finales sean útiles, deben ser inconclusos”, Samuel R. Delany.
Estoy de acuerdo en esta frase, creo que los seres humanos estamos en constante desarrollo, es como ser un continuo proceso, podemos tener momentos de parada o de cierre, sin embargo, el cierre o la parada no es el fin. Por el contrario, puede ser comprendido como un punto aparte que puede sentirse como el gran final y que “solo” nos requiere una pausa, a veces más larga como si fuera un punto aparte de un capítulo y no solo del párrafo.
La vida como capítulos de libros
Me gusta pensar la vida escrita en capítulos de libros, creo que es una manera maravillosa de comprender que solo acaba cuando el escritor decide que sea así o cuando tinta o papel se han agotado, así también podemos comprender que por capítulos o tomos de la colección escrita habrán personajes que parecerían importantísimos, sin embargo, no indispensables, siendo que el único indispensable es el personaje principal.
Desde esta mirada podemos hablar del desarrollo del personaje, de sus procesos con los otros personajes para llegar a su culmen y también podemos comprender que un “FIN” no es necesariamente el fin, desde allí es más claro y amable, queridos lectores, comprender la importancia de cerrar los procesos en los que estamos en diversas situaciones y con las personas importantes de nuestra vida, nunca sabemos cuándo va a volver a presentar esa situación, esa persona, esa oportunidad.
Cerrar no es igual a acabar, por el contrario es ponerle un punto o darle una pausa por ahora, poner un límite, juntar las partes de algo, regresar las cosas a su lugar e incluso cicatrizar, todos son posibles definiciones de la RAE, justamente porque hace referencia a procesos o partes, no a cosas, los seres humanos somos un proceso constante, para avanzar en el mismo es necesario reconocer los cierres y vivirlos con el respeto y consciencia que requieren.
¿Cómo cerrar procesos y avanzar?
Hacer un buen cierre de una relación equivale a un cierre de proceso y nos permite aprender muchísimo, claro que duele porque estamos vivos y porque a veces cuando no sabemos cuáles son nuestros límites y entramos inconscientemente a relaciones complejas para aprenderlo tampoco sabemos cómo salir de ahí, además, un mito sobre el cierre de un proceso es que debemos hacerlo juntos y NO, no siempre vamos a cerrar un proceso junto a la otra persona, a veces el cierre es “solo” nuestro. Hacer el cierre nos permite:
- Unir las partes nuestras que quedaron regadas luego de “esa relación”.
- Revisar qué pusimos dentro de ese compartir, sea esto trabajo, relación de amigos o pareja, para confirmar qué queremos llevarnos de ese tiempo.
- Quedarnos con la sensación de paz aunque no hayamos terminado “bien” con la otra persona.
- Decidir conscientemente para dónde ir luego de este cierre del capítulo.
- Procesar las emociones que se sienten cuando llegan los puntos apartes de los capítulos importantes.
Así que desde esta mirada romántica, sana y amable propongo cerrar los capítulos de la vida que llevamos, para crecer, para aprender, para ser nuestra mejor versión y dejar los personajes que son parte de nuestra vida, libres para un futuro encuentro si es que fuera deseo del escritor.
Escrito por: María del Carmen Rodrigo, sicóloga clínica.
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