El consumo de drogas está directamente relacionada con la juventud y su tiempo libre, por eso debo preguntarme: ¿Qué debo hacer para cambiar esta forma de pensar entre mis hijos?
Como padres, tenemos una responsabilidad enorme en el mensaje que entregamos en casa. Muchas veces nosotros también ocupamos el tiempo libre para el consumo de alcohol y nos olvidamos que los chicos no se forman solo con lo que les decimos, sino también con nuestro ejemplo. Las conductas humanas son repetitivas y no podemos desvirtuar esta realidad. Uno de los mayores problemas del ocio es que en ocasiones no tenemos muchas opciones para escoger, aquí radica la importancia de crear estilos de diversión sana desde la familia.
Tenemos que invertir en el tiempo libre para recrearnos y compartir con nuestros hijos en los momentos de descanso. Es un espacio que empieza por el acompañamiento desde temprana edad, se transformará en un buen hábito en su futuro.
Las salidas deportivas son muy buenos espacios para conversar y tener interacción con ellos, al igual que compartir una buena película y conocer qué opinión tienen sobre los criterios que ésta transmite.
También podemos aprovechar tiempos lúdicos en familia jugando damas chinas, ajedrez o Pictionary. Una de las costumbres más beneficiosas es compartir una sobremesa. Este momento nos permite enterarnos cómo les va a nuestros hijos en la semana. Mejor mientras se empiece a más corta edad.
Si recibimos información que sus amigos consumen drogas, no hay que asustarse, escúchenlos primero y sugieran sin satanizar ni realizar juicios de valor. Ellos podrían bloquearse y no conversar más sobre estos temas que son importantes hablarlos en casa.
Muchos jóvenes hoy relacionan el tiempo de ocio con consumo de drogas. Un ejemplo son los ‘rave electrónicos’, eventos en los que predomina el consumo de estas sustancias. Otra forma de ‘disfrutar’ su tiempo libre son los chupinazos, donde hay abuso de bebidas alcohólicas.
Conozcamos a nuestros hijos, su forma de pensar, cómo actuarían frente a determinadas situaciones, etc. ¿Cuánto sabes de tu hijo?, ¿qué hace en su tiempo libre?, ¿los viernes y sábados?, ¿sabes dónde está en este momento? Son algunas de las preguntas que los papás deberíamos hacernos.
Por Antonio Rimassa Chiriboga
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