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El cáncer es uno de los mayores problemas de salud a nivel mundial, para sobrellevarlo e incluso prevenirlo, es fundamental una buena nutrición.

El cáncer es una enfermedad en la que las células del cuerpo se alteran y multiplican sin control para luego extenderse por otras partes del cuerpo. Esta anormalidad puede ocurrir por varios factores como la mala alimentación, obesidad y sobrepeso, emociones, sedentarismo, tomar sol en exceso, fumar, beber alcohol, la edad, antecedentes genéticos, entre otros que en conjunto pueden ser detonantes, pero cada vez hay más casos entre adultos jóvenes y las causas no están claras.

El portal web de El País indica que en un estudio publicado recientemente en la revista BMJ Oncology calcula que la incidencia mundial de tumores entre menores de 50 años ha aumentado un 79% en tres décadas. Aunque la interpretación de los datos requiere cautela por las diferencias entre regiones —cuanto más desarrollados son el país, mayor es la incidencia del cáncer de aparición temprana. Por lo que hay que tener en cuenta que en cualquier etapa de la vida puede aparecer si nuestro estilo de vida no es el adecuado.

 

 

El cáncer y una adecuada nutrición

La nutrición es fundamental en un tratamiento del paciente con cáncer, debe ser personalizada, cuidada, de calidad y con variedad de alimentos ricos en nutrientes y antioxidantes para fortalecer el sistema inmunológico y luchar contra la enfermedad.

Algunas estrategias nutricionales son:

Mantener una microbiota sana

Es necesario tener muy en cuenta que la microbiota intestinal ayuda a mantener las defensas naturales del cuerpo para combatir enfermedades, por lo tanto, hay que mantener un estilo de vida que promueva su salud para evitar una disbiosis que puede afectar negativamente al metabolismo tanto intestinal como la función del sistema inmune desencadenando procesos de carcinogénesis.

La alteración de la permeabilidad de la barrera intestinal y la instauración de un ambiente pro inflamatorio con la elaboración de citoquinas es un mecanismo genérico presente en procesos de tumorigénesis secundarios a disbiosis intestinal.

Evitar consumir azúcar

El azúcar alimenta el cáncer. Lo ideal para prevenir y tratar el cáncer es evitar o moderar el consumo de azúcar en la dieta que se encuentra presente principalmente en alimentos procesados. El consumo de azúcar puede estar muchas veces escondido por lo que es ideal consumir una dieta principalmente con variedad de alimentos naturales y sin químicos en su proceso de cultivación.

 

 

Reducir la inflamación

Todos vivimos inflamados, pero por el estilo de vida de cada persona esta inflamación puede volverse crónica y descontrolada logrando afectar la salud del cuerpo para desencadenar enfermedades crónicas como el cáncer. Es importante mantener una alimentación rica en alimentos antiinflamatorios con nutrientes como omega 3 (pescados) y antioxidantes (vegetales y frutas).

Alimentación saludable

La alimentación es base importante para evitar el cáncer y para tratarlo cuando ya se presentó en la persona. La variedad de alimentos ricos en nutrientes, grasas buenas, proteína sin grasa, carbohidratos complejos ricos en fibra como cereales, frutas, vegetales y granos. A su vez hay que tener en cuenta que se presenta una pérdida en el deseo de comer, algunos tratamientos afectan el gusto, olfato y capacidad de comer suficiente y de absorber nutrientes por lo que puede presentarse desnutrición.

En casos de cirugías también es mayor la necesidad de energía y nutrientes para cicatrizar heridas, combatir infecciones y recuperación, es importante hacer terapia nutricional previo a una cirugía en caso que se presente el paciente con desnutrición para que su recuperación sea mejor.

 

 

Ejercicio físico

Hacer ejercicio en moderación y de forma regular va a traer beneficios en la salud del paciente como fortalecer el sistema inmune, aumentar el apetito, mejorar la calidad de vida, mejorar la fuerza muscular y evitar la pérdida de músculo, reduce efectos secundarios del tratamiento, ayuda a dormir mejor, entre otros. La recomendación va a ser según el estado del paciente.

Eliminar sensibilidades alimentarias

Conocer las alergias alimentarias y tratarlas puede reducir el riesgo de aparición de cáncer, hoy en día se presenta más por consumo de lácteos y gluten, ambos inflamatorios y relacionados con la resistencia a la insulina.

Reducir la exposición tóxica

La exposición a sustancias químicas del ambiente y en los alimentos como pesticidas, mercurio, plomo, arsénico tienen efectos negativos en el cuerpo humano, dañan el sistema nervioso y aumentan el riesgo de cáncer e incluso pueden contribuir a la obesidad.

Cuidar los pensamientos y emociones

Existe un eje intestino cerebro que mantiene conexión y dentro de nuestro intestino hay un sistema inmunitario intestinal que constituye la parte más extensa y compleja del sistema inmune, por lo tanto, nuestras emociones y pensamientos van a afectar de manera positiva o negativa nuestras defensas del cuerpo.

Escuchemos a nuestro cuerpo y eduquémonos para conocer más sobre si los hábitos que practicamos están influyendo positivamente o negativamente en nuestra salud, ya que, el cáncer no siempre avisa con síntomas y solo aparece. Los pacientes que ya viven con cáncer saben que ganarle la batalla no es fácil, pero es muy necesario saber que para mejorar aparte de nutrición proveniente de los alimentos ellos reciban nutrición para el alma y el corazón sintiéndose amados y cuidados.

 

 

Escrito por: Melissa Coto, Nutricionista. IG: melcoto_

 

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