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La pornografía afecta negativamente la vida de las mujeres en muchas diferentes maneras.

Inesperadamente una adolescente de quince años de edad se me acercó un día y me pidió una oración para poder liberarse de una adicción a la pornografía, que había tenido durante años. Probablemente se preguntó por qué estaba sonriendo mientras me contaba la historia. Sonreí porque sabía lo que ella no sabía: que ella no era la única chica que veía pornografía. Sonreí porque me encantó su valentía para decírmelo. Sonreí porque me recordaba a mí misma a los 15 años, también adicta a la pornografía, y sobre todo sonreí, porque sabía que hay una manera de salir de ella.

El estigma de que la pornografía es solo cosa de hombres no es real. La pornografía afecta negativamente la vida de las mujeres en muchas diferentes maneras.

 

1. La pornografía hiere las relaciones

70% de los hombres de 18 a 24 ven pornografía y es adictivo.

Como una mujer joven que vive en la cultura actual, la búsqueda de un hombre que no tenga una adicción a la pornografía es difícil, ni qué hablar de un hombre que no haya visto nada en absoluto. Es muy accesible y muy aceptable. Mis relaciones han sido más o menos TODAS afectadas por la pornografía de una u otra manera. Si no es por el efecto actual de ver porno, es por los efectos a largo plazo de dañar las bases de una relación. La pornografía es una adicción. Trae paranoia, estrés, y culpa… y destruye el amor. No tiene cabida en una relación.

2. La pornografía hiere a los niños

9 de cada 10 niños de entre 8 y 16 años han visto pornografía en Internet. La edad promedio en la que un niño ve pornografía en línea por primera vez es 11.

Creo que la generación anterior a la mía subestima la pandemia de la pornografía, ya que la tecnología para acceder a ella tan fácilmente y de forma privada no existía mientras estaban creciendo. Sé a ciencia cierta que nunca voy a darle a mi hijo un ordenador, tablet o smartphone. No porque me preocupa que mis hijos se conviertan en adictos al sexo, sino porque nuestra cultura está tan impregnada de una noción distorsionada del sexo que es inevitable. Cuando me crucé por primera vez con la pornografía, no tenía ni idea de que existía. Simplemente me enganché con la adrenalina que vino de verla. Una adicción nunca es intencional.

Somos creados seres sexuales por nuestro Dios, por lo que es natural que en algún momento, todos nosotros, hombres y mujeres, queramos explorar esta vía de nuestras vidas humanas. Voy a educar a mis hijos acerca de la pornografía en el momento apropiado, darles hechos, y hacerles saber por qué es malo, para que tengan la información necesaria para tomar una decisión informada cuando se crucen con ella. Porque en nuestra cultura empapada de sexo, lo harán. Tras la primera exposición, el grupo más grande consumidor de pornografía en Internet es de niños entre las edades de 12-17.Mantenerlo un tema tabú porque piensas que tus hijos son demasiado jóvenes para saber sobre ella o la vean, es peligroso. Protégelos, educándolos. 

3. La pornografía destruye matrimonios

«El 56% de los divorcios involucran a una parte que tiene “un interés obsesivo con sitios web pornográficos.” (Asociación de Abogados Matrimoniales, Estudio de 2003)

La pornografía destruye el amor, las relaciones y el matrimonio. He visto que esto sucede y he sentido las secuelas muchas veces. Estoy decidida a que no vuelva a suceder, a dejarlo todo atrás y empezar de nuevo en mi matrimonio. Pero eso no impide que me preocupe, ya que las estadísticas muestran que las posibilidades de que la pornografía cause estragos en mi matrimonio son muy altas.

A lo largo de nuestras vidas, la pornografía afecta la vida personal de las mujeres, nuestras relaciones, nuestros matrimonios, nuestras familias. Toda nuestra sociedad.

La pornografía me afecta.

No es sólo cosa de hombres.

Eduquémonos y hablemos de ella – luchemos.

 

 

Vía Laopciónv

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