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Los adultos mayores en la actualidad pueden vivir diferente, vivir plenos, partícipes e integrados.

Tengo 44, soy joven, desde algunas miradas, desde otras ya estoy mayor, desde la mía me siento bien y estoy en paz con mi cuerpo y los desgastes que la vida trae para cada etapa.

Siento la perimenopausia respirarme en la nuca, llenándome de calores e irritabilidad, he comenzado este año a suplementarme como antes no lo he hecho, me ha dado vergüenza comentar en voz alta que hace calor, que me pasen los lentes para leer algo y ver la miradas y sonrisas de los demás y decir: “¡uh! Ya te llegó”. Estas situaciones han hecho que yo comience a preguntarme: ¿Cómo prepararme para la tercera edad o debo decir nueva longevidad?

Teóricamente me faltan 21 años, ¿será muy pronto? La experiencia de trabajar con adultos mayores, el seguimiento de estudios sobre la llegada a esta edad y la observación a los seres amados que transitan este momento me permite decir que NO, no es muy pronto para prepararme y llegar a los 65 llena de vida, ganas y dignidad.

Es importante tener claro que actualmente “la vejez” o la tercera edad ha comenzada a ser nombrada como la nueva longevidad debido a que hay una reconceptualización de este periodo de la vida, los años que siguen a la jubilación en nuestra realidad son años en los que bajo ninguna circunstancia nos volvemos obsoletos, por el contrario, podemos comenzar a conceptualizarlos como los años del descanso de las obligaciones laborales.

El tema acá es que para llegar felices a ese periodo y mantener el sentido de la vida, deberemos haber vivido muy bien los años previos, es decir, debemos habernos conocido lo suficiente como para saber cómo queremos disfrutar ese tiempo, los últimos estudios sobre la nueva longevidad, por favor consultar al Dr. Diego Bernardini, nos hablan de darle sentido a estos años, «no es de vivir más, si no, de vivir mejor», afirma Bernardini.

 

 

Prepararte para la nueva longevidad

Leer a Bernardini, escuchar y observar me ha dado algunos tips de cómo prepararme para mis años venideros:

1. Tener una rutina constante, que me ayude a organizarme y a repartir mi tiempo entre las actividades que puedo hacer para mí y para los demás.

2. Autocuidarme:

a. Físicamente: el deporte me va a permitir sostenerme y sentirme útil y autónomo.

b. Espiritualmente: profesar una creencia que me conecte con un grupo que comparta mi fe.

c. Socialmente: mantenerme conociendo gente de diferentes edades y sobre todo cuidar a la gente de mi edad. Si aumento mis amigos siempre perteneceré a un grupo o compartiré con gente para lograr disfrutar el aquí y ahora.

d. Intelectualmente: mantenerme aprendiendo nuevos temas o actividades.

3. Conocer lo suficiente lo que me gusta y no para poder decidir por mí mismo.

4. Comprender que el cuerpo tiene un desgaste natural, incluso si lo cuido y lo mantengo, con esta comprensión, los desgastes propios de cada fase podrán ser atendidos, suplidos y aceptados.

5. Reformular qué es ser un adulto mayor comprendiendo que no solo cruza por las apariencias, sino, por la decisión de cada uno a cómo vivir esta etapa.

Sin más que aportar y agradecida de que en la actualidad haya formas más amplias de ver esta fase de mi vida me despido, no sin antes recomendar la serie Sin límites, de Chris Hemsworth en Disney+ ahí la prueba de que todos vamos al mismo lugar y debemos estar preparados.

 

 

Escrito por: María del Carmen Rodrigo, sicóloga clínica.

 

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