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Hay varias consecuencias negativas del uso temprano de redes sociales en nuestras experiencias amorosas.

La edad promedio de los jóvenes de las generaciones X y Z en Latinoamérica en la que tienen su primer teléfono es de 12 años. La de millennial fue, en cambio, más tarde. Además, los millennial tenían teléfonos mucho menos sofisticados. Esto nos introduce en un fenómeno que ha influido en las conductas más básicas como la autopercepción, el romance, la forma de relacionarse con los otros, etc., todo relacionado con las redes sociales.

 

 

Contagio emocional

Gracias a un estudio sobre la influencia de las redes sociales en el amor (realizado con adolescentes), se ha confirmado la tesis de que los cambios en la mentalidad ligados a la inmediatez y el consumo rápido, consumo rápido debido al uso de las redes, influye en las experiencias amorosas.

Algunas de las ideas asociadas, hacen referencia a la necesidad de conseguir el amor de manera fácil. Así, este debe dar garantías de consumarse en poco tiempo y que debe ser una experiencia intensa.

Situaciones como esas fueron estudiadas bajo la idea de “contagio emocional”. Esta idea hace referencia a cómo afectan las redes sociales en la vida cotidiana y en las emociones de los demás.

Se ha estudiado que el uso prolongado de Instagram y TikTok influyen en aspectos como la percepción personal y la comparación con los otros. También, el hecho de ser plataformas con contenido fomenta el materialismo, la superficialidad y la hipersexualización a edades muy tempranas.

El llamado “amor líquido”

Aquí es donde el concepto del “amor líquido” cobra un enorme sentido. Zygmunt Bauman lo describe como la gran tendencia de la época contemporánea de personas que no quieren tener relaciones de amor identificadas como “para toda la vida”. Tilda a este nuevo estilo de vida como un espejismo de la realidad, dando a entender que, a pesar de la aparente libertad que promueven las relaciones abiertas o desligadas de compromiso, verdaderamente, en ellas, no se vive plenamente ni el amor ni la felicidad.

El polaco muestra cómo el miedo al compromiso y a la pérdida de la libertad personal han provocado que las relaciones románticas se establezcan a partir de vínculos tan inestables como el agua. Esto conduce a las personas a encerrarse en ellas mismas y a perder la oportunidad de trascender a través del amor.

Bauman asocia este amor líquido a una forma inestable de vinculación a partir de la relevancia que se le ha ido dando al bienestar material, a la inmediatez en la obtención del placer, a los métodos que eviten el sufrimiento o las molestias a como dé lugar, entre otras. Este tipo de amor busca que la fragilidad del ser interior no sea compartida ni descubierta, desarrollando relaciones superficiales.

Es en los adolescentes donde estas características se muestran de manera más patente, ya que están en pleno proceso de maduración afectiva. En este sentido, están orientados a alcanzar un adecuado autocontrol de los sentimientos, a cultivar actitudes reflexivas, mantener una actitud positiva, aprender a expresar los sentimientos y comprender los ajenos y aprender a ser emocionalmente inteligente, entre otros.

 

 

Escrito por: Inna Muñoz, vía amafuerte.com

 

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