Para los esposos Hanze Antón adoptar fue, es y será siempre la mejor decisión que han tomado en su vida. ¡Conoce su historia!
Estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) la infertilidad afecta por igual a los varones y las mujeres. En el 30% de las parejas, la infertilidad es femenina. También en el 30% de las parejas, la infertilidad es masculina. En el 30% de las parejas, la infertilidad afecta a los dos miembros de la pareja.
¿Qué puede hacer un matrimonio que desea de corazón poder ser padres y biológicamente no pueden? La respuesta la dan el Dr. Roberto Hanze Salem y Janeth (Nané, como la llaman de cariño) Antón, esposos que hace 27 años atrás decidieron adoptar.
Adoptar por amor
Los esposos Hanze Antón, tenían 17 años de casados sin poner tener hijos, pero se enteraron de que una amiga de ellos había adoptados a 2 niños en Rumanía. “Vi a esta amiga en Salinas y le pedí a mi esposa que fuéramos a conversar con ella, para saber si había posibilidad de que nosotros también pudiésemos adoptar… Y, ese fue el inicio de lo mejor que nos ha sucedido en nuestras vidas”, cuenta Roberto.
Roberto y Janeth, quienes en este 2021 cumplirán 43 años de casados, tuvieron la gran suerte de contactar con una señora en Rumania, que había trabajado en la embajada de ese país con sede en Quito. El esposo de ella era un abogado que había sido ex procurador del dictador Ceaușescu, hombre académico y profesor universitario, pese a que nunca había realizado este tipo de procesos de adopción, decidió tomar el caso para el proceso de adopción.
Roberto presentó una amplia documentación, para que el abogado acepte su caso, entre los que constaban certificaciones de sus cargos públicos, como: Subsecretario de Estado, asesor del gobernador Gustavo Noboa, recomendaciones del entonces presidente de la república o del arzobispo de Guayaquil… sin embargo, el jurista rumano aceptó el caso al ver que Roberto y él eran colegas profesores universitarios.
“Me dijo: “si usted es profesor universitario y yo soy profesor universitario tengo que ayudarlo”, ahí empezó todo el trámite, obviamente hay que considerar que las comunicaciones eran totalmente diferentes, enviaban fax, no existían las facilidades de hoy con el WhatsApp o correo electrónico, la comunicación era muy complicada en esa época”, expresa el Dr. Hanze.
Un largo camino a la adopción
Los esposos Hanze Antón ya con todos los trámites avanzados, deseaban adoptar a dos hermanos varón y mujer, para ello viajaron a Bucarest a conocerlos, en ese momento Luciano tenía 2 años 8 meses y Roxana 1 año 9 meses. Obviamente desde el primer instante que los vieron tanto Nané como Roberto, dijeron que esos eran sus hijos, no dudaron y siendo una familia creyente, para ambos fue claro que ellos eran los destinados a ser adoptados.
“Después de conocer a quienes serían sus hijos, el trámite de adopción duró 18 meses, lo que equivale a dos partos, pero luego de tener la sentencia favorable, los esposos viajaron y a recogerlos y viajar con ellos de vuelta a Ecuador, a su nuevo hogar junto a ellos”, expresa Nané.
Una ilusión hecha realidad
Para Roberto y Nané tener una familia grande fue una ilusión y, contrario a lo que se piensa esta imposibilidad de tener hijos fortaleció su matrimonio. Nunca desistieron de la idea de tener hijos biológicos, pero apenas se les presentó la oportunidad de adoptar, la tomaron sin dudar, eso sí con mucha esperanza y con mucho amor.
El apoyo familiar a esta idea fue incondicional, las familias de ambos jugaron un papel muy importante, incluso uno de los hermanos de Roberto los acompaño a Rumania junto al Dr. Enrique Boloña (+), en la visita en la que conocieron a Luciano y Roxana.
“Nosotros teníamos un muy buen matrimonio, pero después de tener nuestros hijos nos dimos cuenta que realmente no estábamos completos sin ellos… porque la felicidad completa no la conocíamos hasta que llegaron ellos a nuestras vidas, y, así formar una familia más grande”, indica Roberto.
Padres maduros y una gran alegría
Hay que destacar también que a decir de los esposos Hanze Antón, ellos fueron padres maduros, lo cual les permitió manejar todo con mayor responsabilidad y madurez. “Un ejemplo de lo dicho es cuando teníamos fiestas o reuniones, pero si alguno de los chicos no se sentía bien, nosotros nos quedábamos en casa con ellos felices. Además, en mi caso como mamá me dediqué a integrarme a ellos, y cuando Roberto llegaba del trabajo, él los bañaba”, comenta Nané.
Es bueno también saber que el ambiente al que Luciano y Roxana llegaron fue muy amigable y afable, las familias de sus padres adoptivos los recibieron y trataron muy bien, se preocuparon de que estudien en buenos colegios y gracias al apoyo incondicional de los rectores Jorge Coronel y Silvia Ramírez lograron graduarse, a pesar de que los chicos a decir de sus padres adoptivos eran muy vagos, pero todo cambió cuando ingresaron a la universidad.
Roberto y Nané se consideran afortunados al haber adoptado dos niños buenos y maravillosos. “Siempre le digo a Nané que si hubiésemos tenido hijos biológicos a lo mejor puede ser que hubiesen sido como ellos, pero nunca mejores que ellos”, explica Hanze.
Ser adoptados y vivir felices
Les consultamos a Roxana y Luciano sobre: ¿cómo ha sido su vida sabiendo que ambos son adoptados? Aquí sus respuestas:
Luciano y Roxana: “Nuestros padres nos criaron diciéndonos que éramos adoptados, pero realmente alrededor de los 7 años cuando íbamos al colegio y nos hacían bullying es que tomamos conciencia”.
Roxana: “Al principio yo no quería decir que era adoptada, y cuando me pedían una foto de recién nacida en la clínica, pensaba toda la noche en qué foto llevar. Cuando eres niño no tienes la conciencia de lo que es una adopción, yo me imaginaba que era como ir a un supermercado y escoger un niño, lo compras y te lo llevas… pero estaba muy equivocada, de hecho, una de mis mejores amigas de la actualidad, era una de mis compañeras que molestaba en el colegio, no la culpo a ella de eso, porque era en su casa donde sus padres debían explicarle qué era ser adoptado realmente”.
Luciano: “Ser adoptado no fue un problema, porque pese a tener un pequeño incidente en algún momento, este se solucionó al rato, gracias a la solidaridad de todos mis compañeros de curso. A parte de que como era grande y corpulento de pequeño, nadie se metía conmigo (comenta jocosamente)”.
Luciano: “Yo no me siento adoptado, son mis papás siempre han sido mis papás, no pienso que soy adoptado y me parece increíble lo que ellos realizaron por nosotros”.
Roxana: “Sabemos que nuestros papás originalmente adoptarían a mellizos, pero al llegar a Rumanía recibieron una llamada informándoles que una pareja de hermanos niño/niña estaba libre… por ello siempre pienso qué hubiera pasado si no recibían esa llamada o no la contestaban, qué pasaba si decidían adoptar antes de los 17 años de casados, cómo hubiese sido todo si la sentencia no salía favorable, o el abogado no los ayudaba porque no era colega… se dan la vuelta al mundo y nos encuentran a nosotros, y, es por eso que creo que todo estaba dado y conectado, para que ellos sean nuestros padres”.
Luciano: “Hay que romper el tabú de hablar o decir que eres adoptado. He conversado con amigos o gente que también son adoptados, pero que no les gusta hablar del tema… yo donde voy cuento que soy adoptado, lo digo con orgullo”.
Adoptar es una opción que nos ha dado Dios
Nané, indica que la gente no sabe lo que se está perdiendo al adoptar, es una maravilla… mientras que, para Roberto, esto (adoptar), es lo mejor que le ha pasado y cree que las cosas buenas hay que contarlas, por ello dice estar convencido de que todas las personas que puedan adoptar deberían hacerlo, ahora más teniendo en cuenta el mal sabor que ha dejado la Corte Constitucional respecto al aborto.
“Adoptar es una opción que Dios nos ha puesto y que no hay que desperdiciarla, yo me imagino que debe haber cientos de miles de niños que están esperando una opción de ser adoptados y cientos de padres que están necesitando tener un hogar”, puntualiza Roberto.
Consejo para otros padres respecto adoptar
“Les damos un consejo a los padres que adoptan, sus hijos deben saber desde el comienzo que son adoptados, porque en algún momento lo van a saber y es preferible que ustedes padres se lo digan y que no se enteren por terceras personas, ese consejo lo recibimos de la psicóloga Evelyn Brachetti, que fue quien también los acompañó en este proceso”, finalizan los esposos Hanze Antón.
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