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4 continentes, 36 países, 183 ciudades visitadas, esta joven familia ha encontrado en viajar una forma de ampliar sus horizontes.

Carolina y Andrés, se conocieron a los 14 y 16 años respectivamente, luego de dos años de amistad, inició su gran aventura al hacerse novios. Hoy a sus más de 30 años, han formado una familia viajera, a la que se suman Claudia de 4 años y Stephano de 2. Para muchos padres, viajar con hijos tan pequeños puede ser un desafío, pero a esta joven pareja eso no los detuvo.

El inicio de un largo viaje

Valle del Loira, Francia

Carolina: A los 16 años nos hicimos novios, estuvimos 10 años juntos y tenemos 8 años de casados. Andrés quería hacer su postgrado en medicina familiar en España por lo que antes de irse nos casamos para vivir juntos allá. Yo soy diseñadora de interiores y aproveché para hacer un máster, además me dediqué a estudiar cómo viajar, y luego nació Claudia.

Andrés: Claudia nació a los 3 años, de estar allá y Stephano es casi ecuatoriano porque llegó a sus 8 meses de edad a Ecuador. Él tiene mucho la rutina de aquí de andar en carro, aunque ha ido a EE. UU y a Europa, pero la costumbre con Claudia fue siempre salir.

C: Con Claudia agarrábamos la mochila y salíamos, como en España no teníamos a nadie íbamos con ella en carro, bus, metro y después en avión.

Una pasión compartida

C: Desde que éramos novios íbamos a la playa, luego fuimos a Cartagena, Panamá, Miami, Disney y ya en Europa nuestro primer gran viaje fue por nuestra luna de miel a Egipto.

A: De los más de 30 países visitados, a la mayoría hemos viajado juntos.

Último viaje a Europa, en Madrid, España

C: Viviendo en Europa nos dimos cuenta que era barato viajar planificando con tiempo. En aerolíneas de bajo costo encuentras pasajes para París a 25 euros, a Londres por 35… así, con 3 o 6 meses de anticipación planeaba nuestros feriados.

A: Eso sí, de los 7 años en España, mi esposa ha ido a París los 7 años, porque es muy fanática de Disney, es infaltable.

Redescubrir Ecuador

C: Mis amigos y familiares siempre se preguntaban que cómo viajábamos tanto, que si teníamos dinero y les contábamos que aprendimos a viajar “bueno, bonito y barato”, que es de lo que escribo en mi blog de viajes “4everviajeros”. Investigaba mucho para nuestros viajes, qué hacer, dónde ir. Ahora que volvimos como ya viajamos por toda Europa, nos toca conocer nuestro país.

A: Queremos redescubrir Ecuador, rescatando lo mejor de los dos mundos (Ecuador y España). Allá el niño siempre está con sus padres, pero cuando comienzan a crecer desde temprana edad toman decisiones de adultos, y queríamos que vivan más su infancia. Recuerdo lo increíble que fue para mí compartir con mis 52 primos, y aquí Claudia y Stephano ya tienen 7 primos y sus 4 abuelitos.

C: De pequeña viajé mucho con mis padres, pero lo recuerdo muy poco, queremos la misma experiencia con ellos y que vivan su entorno familiar.

Viaje a Tulcán

A: Las costumbres familiares fue uno de los motivos de volver, así cuando maduren y salgan del país sabrán cuando algo está mal. Hay mucho que descubrir aquí en Sudamérica, viajar en carro por Ecuador; hemos visitado lugares muy bonitos como Alausí, La Nariz del Diablo, Playas, Machala, Quito, Ibarra, Tulcán… y entre ceja y ceja tenemos Galápagos.

Andrés y Carolina recuerdan que Dubái fue el viaje más impactante que tuvieron, era como “ver el futuro, una ciudad muy moderna y ordenada”. También mencionan que, en su último viaje a Europa, al que fueron los cuatro, se encontraron varios retos. Era importante tomarse descansos de 15 a 20 minutos en un parque, hasta cambiar los itinerarios planeados porque los pequeños demoraban más en comer, sin embargo, durante 17 días conocieron París, Londres, Ámsterdam, Bélgica, Brujas, Bruselas y Madrid entre otros.

Ambos recomiendan acostumbrar desde pequeños a los hijos a viajar, “no tener miedo, no decir no me atrevo, porque sí se acostumbran”. De esta forma esta joven pareja ha logrado viajar y conocer más de 30 países, hacer turismo tanto cultural, como gastronómico, y ahora que regresaron a su país a vivir una nueva aventura.

Por Carol Arosemena A.
Máster en Comunicación y Educación

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