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Existen estrategias que nos permitirán llegar a la vejez en plenas condiciones mentales. Mantén activo tu cerebro.

Actualmente, la prevalencia mundial de la demencia se estima en algo más de 44 millones de personas, pero se prevé que podría triplicarse para 2050, y no por ninguna condición extraordinaria, sino por el aumento de las expectativas de vida.

Según datos de la compañía líder en salvaescaleras para el hogar www.thyssenkrupp-homesolutions.es, el 87% de sus clientes mayores prefieren estar bien «de la cabeza» que físicamente.

 

 

Útiles consejos

Entre los consejos más idóneos para lograr mantener activo nuestros cerebros y así llegar a la tercera edad en óptimas condiciones mentales, destacan:

Estar activos

La actividad física es la principal recomendación de todos los especialistas para cuidar el cerebro. Las personas sedentarias tienen un riesgo más alto de desarrollar demencia en la vejez. Cada uno según sus posibilidades, debe proponerse hacer cada semana al menos 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa. El ejercicio físico es bueno para luchar contra el envejecimiento del cuerpo y de la mente.

 

 

Cuidar el corazón para cuidar el cerebro

Un corazón saludable se acompaña de un menor deterioro cerebral en la mayoría de los casos y de mejores habilidades de pensamiento. Los expertos recomiendan para una mejor salud mental mantener la tensión arterial en los valores adecuados (debe ser inferior a 120/80 mm Hg) y controlar los niveles de colesterol, además de reducir los niveles de azúcar en sangre.

 

 

No fumar

Los fumadores tienen un riesgo más alto de desarrollar enfermedades cardiovasculares y, como consecuencia, mentales.

Seguir una dieta saludable

Comer sano es bueno para el cerebro porque está comprobado que la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial son factores que incrementan el riesgo de sufrir demencia en edades avanzadas. Hay que procurar llevar una alimentación variada y seguir la dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres, cereales y pescado, y baja en carnes.

Es importante consumir poca sal, evitar el azúcar y las grasas saturadas y trans. Si existe sobrepeso, debemos limitar la cantidad de alimentos.

 

 

Disminuir el consumo de alcohol

Beber es malo para el cerebro. Si tienes el hábito de hacerlo, es importante disminuir paulatinamente las cantidades. Se puede empezar por limitar el consumo a solo cuando estemos fuera de casa o solo alcoholes de baja graduación.

Jugar y jugar

Los juegos de mesa ayudan a mantener activas las neuronas y a socializarse. La típica partidita de cartas, de parchís o de lo que sea con los amigos o los nietos es muy buena para el cerebro. Pero también es fabuloso, para los más modernos y atrevidos, dedicar un rato a un videojuego.

 

 

Leer y escribir

La memoria también envejece, por lo que estimular la mente con lecturas es un ejercicio fabuloso. Si las palabras se olvidan, se debe tener a mano el diccionario, en papel o en versión digital, y consultar todo lo que no se recuerde o se desconozca. Por su parte, la escritura a mano es un proceso complejo que activa la coordinación ojo-mano-cerebro. Pero también escribir en un teclado es bueno para la mente.

Dormir bien

El sueño es imprescindible para una reparación cerebral diaria. Cuando se padece insomnio, apnea u otros trastornos que dificultan el descanso es importante consultar con el médico y buscar soluciones. Además, hay que poner todos los medios posibles para favorecer el buen dormir: buen colchón, temperatura adecuada, silencio… Dormir bien es imprescindible para mantener en forma el cerebro.

 

 

Aprender constantemente

Una de las mejores formas de ejercitar el cerebro es ir a una clase. Aprender cosas nuevas permite poner en funcionamiento habilidades mentales que, de otro modo, estarían dormidas.

 

 

 

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