El psiquiatra Fernando Sarráis, propone conductas que dan paz y alegría a nuestra vida, superando un cuerpo 10 y viviendo una mente 10.
¿Nos da la felicidad ir tras el «cuerpo 10»? ¿Por qué produce tanta insatisfacción estar pendiente de la belleza física y desatender nuestra vertiente espiritual? ¿Qué hacer cuando las redes sociales y los medios de comunicación parece que premian solo el aspecto externo de las personas?
Estas son algunas de las preguntas que a diario nos hacemos. Y vamos a acudir a un experto, un médico psiquiatra, para escuchar de un científico cuáles son las pautas que nos conviene seguir en la vida si de verdad queremos ser felices.
El médico psiquiatra y profesor de la Universidad de Navarra Fernando Sarráis, apuesta por poner paz y alegría en los pequeños hábitos diarios para ser feliz y tener un proyecto de “mente 10”.
Para una mente 10 lo importante radica en la personalidad
Fernando Sarráis participó en el curso: ‘Las razones del corazón: educar para amar. ¿Cómo formar corazones sabios y mentes enamoradas?’», organizado por el Instituto superior de Ciencias Religiosas, y llegó a una conclusión: para ser feliz, lo realmente importante radica en la personalidad, en la manera de ser de cada uno.
Las virtudes son la clave
La alternativa a tener el «cuerpo 10» como objetivo en la vida es ir a por la «mente 10», y ¿en qué consiste la «mente 10»? En el cultivo de las virtudes.
Según Aristóteles, hay un despliegue de virtudes morales en el actuar de cada persona, continuamente. Pero podrían agruparse en cuatro: prudencia, justicia, fortaleza y templanza. En el fondo todas las demás van a parar a una de ellas: la alegría, la puntualidad, la serenidad, la reciedumbre, la generosidad, el espíritu de servicio…
Y somos nosotros los responsables de darles protagonismo. Esto no implica desatender el cuerpo, pero sí darle la importancia que tiene y no convertirnos en esclavos de él.
Esta receta tan sencilla tendrá después la forma que cada uno quiera darle en su vida y según su particular comportamiento, pero siempre supondrá tener paz y alegría de forma incondicional.
Todos los días de nuestra vida
“Es una tarea -dijo Sarráis- que se ejercita todos los días, empezando por las cosas pequeñas. No sólo en la playa cuando alguien se va de vacaciones, sino el lunes, cuando tienes que madrugar y el domingo anterior tu equipo ha perdido el partido. Ser negativo con todo sólo nos lleva a una vida de amargura”.
Escrito por: Dolors Massot, vía Aleteia.
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