Un estudio muestra que puedes aumentar tu coeficiente intelectual en 13 puntos si tienes una mentalidad llena de optimismo. ¿Cómo conseguir uno?
Cuando había aproximadamente 57 personas postuladas para ser el candidato demócrata a la presidencia, el empresario convertido en candidato Andrew Yang se distinguió del abarrotado campo al impulsar la idea de la renta básica universal.
El dinero gratis del gobierno tiene ventajas políticas obvias, pero como Yang explicó en un video de Big Think en ese entonces, la RBU tiene otra gran ventaja: hace que la gente sea más inteligente.
Eso puede parecer una locura, pero Yang señaló un estudio convincente para ilustrar su punto. Cuando los científicos le dieron a un grupo de agricultores una prueba de coeficiente intelectual antes de la cosecha y luego les dieron la misma prueba después de la cosecha, sus puntajes se dispararon 13 puntos de una prueba a otra. Misma prueba, mismos agricultores. La única diferencia era lo preocupados que estaban por el dinero.
Yang afirma que este es un claro recordatorio de la diferencia entre una mentalidad de escasez, que crea estrés por las cosas que no tenemos, y una mentalidad de abundancia, que libera nuestros cerebros de la preocupación constante de que no hay suficiente para todos. El optimismo y la sensación de posibilidad, literalmente, nos hacen más inteligentes.
Es por eso que Yang pensó que proporcionar a los estadounidenses $ 1,000 al mes no solo le haría ganar votos, sino que en realidad desataría la energía creativa del país. También es la razón por la que a los emprendedores les conviene hacer todo lo posible para desarrollar una mentalidad de abundancia.
¿Cómo desarrollar una mentalidad de positiva?
Aparte de comprar un billete de lotería ganador, ¿cómo se hace? Recientemente, en Forbes, la entrenadora de vida Caroline Castrillon ofreció una fascinante respuesta de cinco puntos. Vale la pena leer el artículo completo, pero aquí está su programa básico para sacar el máximo provecho de su cerebro.
Concéntrate en lo que tienes
Si está en medio de una transición profesional, por ejemplo, Castrillón sugiere que controle su monólogo interno, reemplazando los pensamientos que se centran en la escasez y la carencia, como «No hay suficientes trabajos buenos por ahí» o «Yo no». «Tengo suficientes habilidades transferibles», con aquellas que se enfocan en lo que usted tiene, como «Vaya, tengo 25 años de experiencia en marketing, lo que será una gran ventaja» o «En los últimos 10 años, he obtenido excelentes contactos».
Rodéate de personas que tengan una mentalidad de abundancia
«¿Conoce a esas personas que siempre parecen positivas y ven el vaso medio lleno en lugar de medio vacío? Encuéntrelos y comience a pasar tiempo con ellos», instruyen Castrillón (y otros).
Cree situaciones en las que todos ganen
«Una mentalidad de escasez cree que si una persona gana, otra pierde. Trate de crear condiciones en las que todos ganen en su vida para combatir esta forma de pensar», escribe Castrillón. «Esto a menudo significa escuchar sin juzgar ni censurar, comprender plenamente lo que significa ganar-ganar para ambos y generar una lluvia de ideas hasta encontrar una que satisfaga a ambas partes».
Practica la gratitud
Castrillón cita a Oprah para expresar su punto: «Si miras lo que tienes en la vida, siempre tendrás más. Si miras lo que no tienes en la vida, nunca tendrás suficiente».
Entrena tu mente para detectar posibilidades
Demasiado enfoque puede cegarlo a oportunidades inesperadas. «Empiece a entrenar su mente para aflojar su enfoque y crear una conciencia expandida. Pregúntese si tuviera todo el tiempo y el dinero del mundo y supiera que no podía fallar, ¿qué estaría haciendo? Preguntas como esa ayudarán a abrir su mente hasta lo que es posible», sugiere Castrillón.
Es posible que estas no parezcan intervenciones radicales, pero como muestra la ciencia sobre la mentalidad de escasez, los cambios aparentemente pequeños en la perspectiva pueden tener un gran impacto en lo bien que pensamos los problemas y detectamos oportunidades. Así que prueba estos sencillos pasos. Es posible que acabes siendo un poco más inteligente sin necesidad de largas horas de estudio.
Escrito por: Jessica Stillman, escritora y editora.
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