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Para lograr alcanzar nuestros sueños y metas no hay que correr, sino que debemos dar un paso a la vez.

Un paso a la vez… ¿Te cuento un pequeñito —pero gran— secreto? Estamos tan bombardeados de cosas para hacer, de grandes expectativas que alcanzar, de grandes esfuerzos para lograr metas que a veces parecen inalcanzables… que se nos olvida un hecho muy simple: todo empieza por un esfuerzo pequeño. Por eso, aquí te daremos algunos consejos para vivir tu día a día de una manera más sencilla y plena.

 

 

No es necesario escalar el Everst

Solemos ponernos expectativas tan grandes que ver la meta se nos hace imposible. En cambio, al soltarlas y fijarnos pequeñas metas, resulta más fácil trazar un plan de acción respecto de hacia dónde nos queremos dirigir, sin pensar en el punto final.

La unión hace la fuerza

Cuando, dando nuestro mayor esfuerzo, nos concentramos en una tarea a la vez —en una pequeña, alcanzable y precisa—, los resultados suelen ser mejores. Y el proceso, por su parte, más agradable.

Diez minutos sí hacen la diferencia

A veces nos parece imposible añadir algo más a nuestras rutinas, o solo imaginar levantarnos una hora antes para hacer ejercicio nos desmotiva por completo. Pero sólo diez minutos son suficientes para empezar cualquier hábito, sea que hagamos estiramientos o que leamos. O tal vez no sean diez minutos de hacer algo, sino, por ejemplo, un vaso menos de refresco al día.

Recuerda que un gran edificio está construido por la unión de pequeños tabiques. Sé valiente y confía en el proceso.

 

 

Escrito por: Los Nandos, vía amafuerte.com

 

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