Ser padre es toda una experiencia repleta de alegrías que cambia la vida. Pero es precisamente esta alteración que puede causar miedos en los adultos que se enfrentan a la decisión de traer un hijo al mundo.
¿Seré capaz de afrontar esta responsabilidad? ¿Podré cuidar de alguien tan delicado? ¿Cómo será a partir de ahora el día a día de la pareja? Sin embargo todos estos miedos están en la cabeza de los padres y en la mayoría de las ocasiones simplemente se relacionan con el temor que provoca la llegada de una nueva situación.
Miedos más comunes
– Miedo al cambio de rutina fuerte. Los padres pueden sentir que su vida puede alterarse drásticamente y que un bebé cambiará la vida, impidiendo disfrutar de otros aspectos.
– Miedo a compatibilizar la vida y el cuidado del bebé. El trabajo requiere muchas horas, ¿será posible conciliar ambos mundos? ¿Se le podrá dedicar al niño toda la atención que este requiere?
– Inseguridades sobre la capacidad de ser buenos padres. La paternidad es una nueva experiencia nunca enfrentada. ¿Cómo se vivirá esta situación? ¿Se poseen las habilidades necesarias para afrontarla?
Afrontar los miedos
Los miedos son normales, pero también deben ser superados. Aquí los siguientes consejos para afrontarlos:
– Hablar con tu pareja sobre tus miedos e inseguridades. El apoyo de la otra persona es muy importante en estas situaciones y siempre estará ahí para recordar que estos terrores son infundados.
– Confiar en uno mismo. Toda persona nace con la capacidad de ser un buen padre o una buena madre. Con confianza y dedicación todo terminará saliendo bien.
– Prepararse. Si el terror es no ser capaz de afrontar esta situación, existen cursos de preparación que enseñan las nociones básicas para los padres, desde cómo coger al bebé hasta el cambio de pañal.
– Proyección positiva. Una buena forma de pensar en que todo va a salir bien es imaginar los puntos buenos que están por venir: paseos en familia, las primeras navidades junto a un hijo. Todos estos recuerdos están por venir.
– Nada de comparaciones. Los ejemplos previos están bien para aprender y recibir consejos, pero cada persona es un mundo y las comparaciones de poco sirven.
Si están pensando en ser padres, dejen los miedos de lado e ingresen a ese maravilloso mundo, en donde aprenderán día a día.
Vía: Hacer Familia