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No hay que ocultarlo… ante la crisis mundial ocasionada por el COVID-19 se acelera la necesidad de optar por modelos de negocio sostenibles.

La emergencia sanitaria producto del brote del COVID-19 trajo consigo algunas medidas que han tenido un alto impacto en el medio ambiente. Desde el toque de queda obligatorio en algunos países, hasta la restricción de movilidad en vehículos públicos y particulares, lo cierto es que este cambio radical en el estilo de vida de las personas a nivel mundial ha provocado que los índices de contaminación bajen considerablemente.

Según la información de la Secretaría de Ambiente de Quito, el nivel de las emisiones en la ciudad se ha reducido hasta en un 50%, logrando como resultado fenómenos pocas veces vistos, como por ejemplo, que los animales salvajes regresen a los hábitats ahora abandonados por los seres humanos.

Esto, indudablemente, ha despertado el interés internacional en el tema de la sostenibilidad, y Ecuador no es la excepción. Según Katarina Zdraljevic, Jefe de la Unidad de Gestión Ambiental de Banco ProCredit: “En el contexto de la pandemia, la ciudadanía ha empezado a valorar y priorizar aspectos como el consumo de productos orgánicos y/o sostenibles, por ejemplo”.

Esto implica que, a partir de la reactivación económica, las empresas deberán dar un paso adicional que garantice que su giro de negocio se ajuste a las nuevas exigencias de los consumidores. Por ello, Zdraljevic detalla a continuación algunos puntos importantes sobre la necesidad de transformar los modelos de negocio hacia la sostenibilidad, así como recomendaciones para lograrlo.

 

 

¿Por qué apuntar hacia la sostenibilidad?

La sostenibilidad tiene que ver con desarrollar un modelo económico que considere el futuro de las siguientes generaciones y el impacto que podría tener en el aspecto social y ambiental. Es así que existen 3 razones sólidas del por qué es fundamental contar con un modelo de negocio sostenible:

1. Argumento ético

Durante años venimos escuchando acerca de la importancia de asegurar los recursos para las futuras generaciones. “Si no modificamos las formas en que venimos realizando nuestras actividades diarias, las generaciones venideras sufrirán aún más las consecuencias, y ese punto tiene que ver con el valor que le asignamos al ser humano”, indica la experta de Banco ProCredit. Además, como seres humanos, tenemos en nuestras manos el porvenir del medio ambiente, que tiene valor intrínseco en sí mismo, y de ahí proviene nuestra responsabilidad de preservarlo y respetarlo.

2. Preferencias de los clientes

La situación actual, producto del brote del covid-19, ha impulsado a la ciudadanía hacia un consumo mucho más sostenible. “Las empresas no deben cometer el error de asumir que este interés es temporal, pues los estudios demuestran que es una tendencia que se mantendrá incluso después de superada la crisis sanitaria”, explica Katarina Zdraljevic.

Es así que los consumidores preferirán cada vez más productos que se hayan generado en armonía con el medio ambiente, a través de procesos limpios no contaminantes, optimizando la energía empleada y respetando los derechos de las personas que han intervenido en los procesos de producción.

3. Razones económicas

Con la implementación de cualquier tipo de proceso de eficiencia de recursos, las empresas ahorran costos; así, por ejemplo, una inversión en maquinaria y equipos más eficientes y amigables con el medio ambiente, como energía renovable, representan un ahorro para la empresa y podría mejorar considerablemente el flujo de producción.

Adicionalmente, productos sostenibles, reciclados, orgánicos, locales, y en general, de materiales que son amigables con el medio ambiente tienen un precio más alto en el mercado, lo que representa una razón económica más para apostar por la sostenibilidad.

 

 

¿Cómo lograrlo?

Para lograr que un negocio sea más sostenible, es necesario considerar varios puntos clave:

1. Evaluación de la situación actual

Es importante determinar los puntos fuertes y débiles de la empresa en lo que a sostenibilidad se refiere. Esto permitirá desarrollar un plan de implementación de medidas eficientes de acuerdo a su modelo de negocio, teniendo en cuenta la situación actual en la que se encuentra.

2. Involucramiento de la gerencia

De acuerdo con la representante de Banco ProCredit, este es probablemente el paso más importante de todos. La alta dirección de la empresa está encargada de diseñar las estrategias, y la decisión de tener un modelo de negocio sostenible es una decisión estratégica.

Son los gerentes quienes pueden lograr que todo el equipo de trabajo esté comprometido con los objetivos de sostenibilidad. “Si la gerencia está convencida de un modelo sostenible, más del 50% del trabajo está logrado”, recalca Zdraljevic.

3. Planificación para poner en marcha medidas de sostenibilidad

El plan para la implementación de la sostenibilidad debe ser claro y estar basado en objetivos SMART. Los objetivos SMART se refieren a las metas que son específicas, medibles, alcanzables, relevantes y definidas por tiempo. Esto facilita a la empresa una evaluación y análisis del cumplimiento.

También es muy importante priorizar los objetivos. Al iniciar una transformación hacia un modelo “verde”, la empresa debería priorizar los objetivos y las medidas que son más relevantes para su modelo de negocio.

“No existe una receta o un modelo que calza a todas las empresas. Por eso es importante empezar desde la evaluación del modelo de negocios e ir planificando las medidas que tienen sentido para ese preciso modelo”, señala la experta. En cuanto la ejecución de las medidas acordadas, se deben asignar las responsabilidades para cada tarea, para así poder generar un compromiso y “ownership” en los procesos.

4. Sugerencias de las medidas con impacto positivo

Aquí impera la inversión en la eficiencia de los recursos. Esto es de gran ayuda, no solo en el aspecto ambiental, sino también en el económico. Uno de los puntos más destacados dentro de esta categoría es la eficiencia energética.

“Invertir en maquinaria de bajo uso de energía, por ejemplo, representará para las empresas un ahorro significativo en sus consumos de electricidad y en costos financieros”, señala la experta. También existe la alternativa de optar por la energía renovable, que implicaría invertir en un sistema propio de generación de electricidad a partir de fuentes renovables, lo que le da un valor agregado a la empresa.

5. Financiamiento de medidas sostenibles

Implementar acciones destinadas a reducir el impacto ambiental a través del mejoramiento de procesos productivos, industriales, comerciales, etc. puede llegar a ser costoso, sin embargo, sus beneficios a mediano y largo plazo son evidentes en términos de tecnificación, productividad, eficiencia y competitividad.

 

 

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