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Hay que aprender cuáles son los efectos negativos de la tecnología antes de decidir exponer a los hijos a ella.

En la actualidad las tecnologías de información y comunicación (TIC) han pasado a formar parte de nuestras vidas, al igual que en la de nuestros hijos pequeños. Es indudable, que todos los avances tecnológicos nos ayudan y mejoran nuestra calidad de vida, pero también presentan ciertas desventajas.

 

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La edad adecuada

Gran parte de los niños accede por primera ocasión a las TIC a edades cada vez más tempranas, por ello son reconocidos como los famosos “nativos digitales”. Generalmente este acceso se da desde sus casas o desde los celulares de sus progenitores, por lo que nosotros, como padres, tenemos la obligación de enseñarles a usarlas de forma segura y responsable.

Según la Academia Americana de Pediatría, niños y adolescentes en EE. UU pasan más de 21 horas semanales viendo televisión, videojuegos o navegando en Internet; este tiempo libre pudiera ser utilizado de otras maneras. Ante esta situación, cabe resaltar los efectos colaterales que pueden suscitarse por el uso excesivo de las TIC, entre los que están:

En la salud

  • Enfermedades gastrointestinales, muchas veces estos aparatos suelen albergar más gérmenes que un sanitario, y si consideramos el gran tiempo que lo usan, sin tener las precauciones que tenemos luego de usar el baño, puede ser nocivo.
  • Insomnio, cada vez es más frecuente, ya que la luz emitida por las pantallas altera la producción de melatonina y el reloj interno.
  • Problemas en salud visual.
  • Sedentarismo y obesidad.
  • Quemaduras, causadas por dejar cargando mucho tiempo los dispositivos hasta sobrecalentarse.

Lenguaje verbal y escrito

  • Retrasos en el desarrollo del habla.
  • Internet puede disminuir la capacidad para leer y escribir textos largos.
  • Baja en las capacidades de concentración, imaginación, análisis y reflexión.

Riesgos conductuales y psicológicos

  • Los de contenido: exposición a materiales no apropiados, como pornografía, discriminación o violencia.
  • Los de contacto: entablar relaciones con extraños, cyberbullying, robos, secuestros…
  • Los de conducta: los niños imitan lo que ven, y en redes están expuestos a muchas conductas y lenguaje inapropiado según su edad.

Adaptarse a una nueva era 

Nunca se han producido tantos cambios importantes en tan pocos años. Actualmente hay muchísima información, pero hay que considerar que la simple adquisición de datos no es aprendizaje. Muchas veces, esta pasa en frente nuestro, pero no necesariamente es retenida, ni comprendida.

Decía Margaret Mead, “han llegado los tiempos en que debemos enseñar a nuestros hijos lo que nadie sabía ayer y preparar a las escuelas para lo que nadie sabe todavía”. No podemos pretender que los niños de ahora son iguales a nosotros, pero tampoco dejemos de transmitirles valores, los juegos, actividades y tradiciones con las que crecimos; porque cada vez se están perdiendo más y estos pueden ser una base para que ellos crezcan en el mejor camino.

 

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Por: Psic. Daniela Nugué, Máster en Asesoramiento Educativo y Familiar. Asesora en lactancia materna.

 

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