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¿Qué factores influyen en nuestra familia y nuestros hijos?

¿Por qué el comportamiento de nuestros hijos es diferente si están en el mismo núcleo familiar? ¿Por qué los amigos de mi hijo tienen diversas posturas si están en el mismo colegio? Si alguna vez te has hecho estas preguntas puede que este artículo te sea de gran ayuda.

Debemos tener en cuenta que la personalidad tiene un porcentaje heredado y otro aprendido. Dentro del porcentaje heredado está el temperamento, gestos, rasgos físicos, algunas patologías o enfermedades. Estos vienen de generación en generación y pueden variar dependiendo de los genes algo filtrados; sin embargo, el carácter es aprendido. Esta maravillosa noticia nos da la opción de poder influenciar la personalidad que nos dejaron nuestros antepasados y moldearla de acuerdo a distintas circunstancias.

Primeros pasos, primeros aprendizajes

En los primeros años de vida el proceso sináptico (conexiones neuronales) tiene un gran poder, así que hay que aprovechar la primera infancia para estimular a nuestros hijos y crear un vinculo fuerte y seguro. Esto nos ayudará a crear una base importante para su futuro. En los primeros años el aprendizaje se da por imitación, a lo que el psicólogo Albert Bandura le llamó aprendizaje vicario. Tanto padre como madre son héroes y modelos a seguir, de ahí que se conviertan en el espejo de sus pequeños. Pero, ¿qué sucede después? ¿Qué factores son los que influyen en la conducta?

Aunque el aprendizaje por imitación se mantiene, también empieza la influencia de lo que se ve afuera. Después de los ocho años de edad, los niños empiezan a verse más interesados por la aprobación externa. Por esto debemos ofrecerles bases sólidas para que al enfrentarse al exterior se sientan mas seguros y decidan de acuerdo a lo enseñado en casa.

Ese desconocido mundo llamado adolescencia

En cambio, al empezar la adolescencia se le da inmenso valor a la pertenencia de grupos, ya que empieza la búsqueda de identidad. Es en esta etapa cuando cambian su ropa o su estilo. Por otra parte empiezan a buscar identificación en el tipo de música, la televisión, la moda, donde hasta las amistades son factores de peso en la conducta. Aquí, la comunicación juega un papel vital para lograr que nuestros hijos se sientan apoyados. No se trata de saturar al adolescente, sino más bien comprenderlo en su búsqueda de aceptación y pertenencia. Aunque en esta edad no nos lo demuestren verbalmente, sí podremos ver los frutos de un adecuado acompañamiento en su transición de la niñez a la adolescencia y de la adolescencia a la adultez.

Uno para todos y todos para uno

Teniendo en cuenta lo anterior debemos saber que un diálogo oportuno y el ejemplo hace que la familia sea sólida. Enseñar a tener respeto y a comunicarse es importante y dependerá de cómo nosotros lo demostrámos. Entonces, ¿cómo hago que mi hijo sea un buen ciudadano? Muestra coherencia en lo que dices y en lo que haces. Lo puedes hacer en las cosas más simples: deposita la basura en su lugar, dale paso a los peatones, cede el puesto a mujeres embarazadas o adultos mayores; estas conductas hacen que los miembros de la familia sientan la iniciativa de seguir en esa misma sintonía.

Es importante reforzar que la integridad humana es más poderosa que la imagen física. No queremos que nuestros hijos tengan un trastorno alimenticio, pero estamos muy pendiente de la balanza o realzamos a las reinas o modelos de belleza. Mejor resaltemos el valor del deporte o de las figuras que imponen metas positivas. No queremos que haya depresión en el hogar, pero buscamos el perfeccionismo, olvidándonos del valor de la amabilidad y de una sonrisa. Esperamos que nuestros hijos solucionen sus conflictos, pero no les enseñamos que la vida esta hecha de altibajos y que hay aprendizaje tanto en los logros como en las pérdidas.

Así que hay que empezar a ser coherentes moldear las conductas de nuestros hijos a través del ejemplo, esto nos ayuda a que la balanza se incline a favor de lo positivo evitando consecuencias difíciles de comprender y abordar.

Por: Carol Obando

Psicóloga Cognitivo conductual

Máster PNL

Trainer coach PNL

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