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El director de la Organización Mundial de la Salud, pesimista sobre el hallazgo de una vacuna o un tratamiento 100% protector contra el coronavirus.

Se dice que una «bala de plata» es la única arma con la que se puede acabar con criaturas fantásticas como los hombres lobo. El término también se utiliza como una metáfora para describir un tratamiento eficaz, casi mágico, para una enfermedad grave.

La penicilina fue esa bala mágica a principios del siglo XX con la que se curaron numerosas enfermedades bacterianas, gracias a Alexander Fleming. Con ella comenzó una carrera para conseguir nuevos y mejores antibióticos o antimicrobianos que han salvado millones de vidas.

Ahora necesitamos un remedio similar para el coronavirus, pero ayer la Organización Mundial de la Salud (OMS) volvió a ser pesimista. «No hay una bala de plata en este momento y quizá nunca podría haberla», dijo el director general Tedros Adhanom Ghebreyesus en una sesión informativa virtual desde la sede del organismo de la ONU en Ginebra.

Es la primera vez que la OMS es tan pesimista sobre el desarrollo de una vacuna eficaz y coincide con la preocupación creciente también sobre el anuncio demasiado rápido de vacunas eficaces en Rusia y Estados Unidos.

 

 

Más de 18 millones de infectados

Las cifras mundiales volvieron a ser ayer desesperantes. Más de 18.14 millones de personas en todo el mundo han sido infectadas con la enfermedad y 688.080 han muerto, según recoge la agencia Reuters.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, y el jefe de emergencias de la OMS, Mike Ryan, exhortaron a todas las naciones a aplicar rigurosamente medidas de salud como el uso de máscaras, distanciamiento social, lavado de manos y pruebas.

«El mensaje para la gente y los gobiernos es claro: ‘Hazlo todo’», dijo Tedros. El responsable del organismo de Naciones Unidas que al principio de la epidemia no las consideraba necesarias, pidió ayer que «las máscaras faciales se conviertan en un símbolo de solidaridad en todo el mundo».

Por su parte el jefe de Emergencias de la OMS dijo que los países con altas tasas de transmisión, incluidos Brasil e India, necesitaban prepararse para una gran batalla: «El camino es largo y requiere un compromiso sostenido».

 

 

Fuente: ABC.

 

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