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Un film que nos invita a reflexionar y fortalecer nuestra fe.

 Es probable que todo buen cristiano haya escuchado sobre san Pablo y más aún, lo haya sentido “hablar” a través de sus exhortaciones apostólicas. Las que, a manera de cartas, dirigió a las diversas comunidades cristianas de la Iglesia floreciente. Sus palabras quedaron plasmadas en las Sagradas Escrituras y, para la Iglesia, forma parte importante de la liturgia de la palabra.

Pese a su importancia histórica, no todos conocen la historia del Santo y de cómo pasó de convertirse en Saulo de Tarso, perseguidor acérrimo de los cristianos, al gran apóstol de las gentes por pura gracia divina.

Reafirmar el camino escogido

A finales de abril estrenó “Pablo, Apóstol de Cristo”, dirigida por Andrew Hyatt, producida por Eric Groth y protagonizada por Jim Caviezel, cuyo salto a la fama se dio tras su gran interpretación de Jesús en “La Pasión” (2004) dirigida por Mel Gibson.

Esta película narra los últimos días en prisión de san Pablo, interpretado por James Faulkner (Juego de Tronos). Aquí san Pablo, antes de ser ejecutado por órdenes del emperador Nerón, escribió sus últimas exhortaciones a través de san Lucas, su fiel acompañante de viajes.

En entrevista con el portal católico ACI Prensa, Hyatt aseguró que Dios puso en su corazón querer contar la historia de san Pablo por su apego a él. El joven director en el 2014 llevó al cine la vida de la Virgen María en el film “Llena de Gracia” y tiene la certeza de que el Señor lo guiará con su próximo proyecto.

Una peli que llega al corazón

A pesar de que su exactitud cronológica e histórica probablemente no sea la más acertada, retrata en toda esencia el espíritu del cristiano y de la Iglesia primitiva e inflama el corazón por vivir el evangelio de Cristo, reflejado en todo su esplendor, pero con total sencillez en la vida de san Pablo y san Lucas.

Con escenas de gran carga emocional y un guion estudiado de principio a fin, el film cuenta con un buen balance entre la cruda realidad vivida por las primeras comunidades cristianas perseguidas por los romanos, la contemplación amorosa en Dios de los primeros apóstoles e inclusive una pizca de humor que sacará más de una sonrisa del público.

La valentía, el perdón, el servicio a los demás y la misericordia, son algunas de las virtudes que destaca la película. Además, despierta en la audiencia la intriga y/o necesidad de leer o releer las cartas de san Pablo en la Biblia.

La cinta es enormemente recomendada para aquellos que quieran avivar su fe cristiana, renovar su opción por Cristo o utilizarla como material apostólico. Y por qué no, puede ser también simplemente pasar un tiempo de Dios con familia y amigos.

 

Si deseas saber cómo fue el proceso de conversión de san Pablo, puedes recurrir al libro de los Hechos de los Apóstoles redactado por san Lucas Evangelista, su fiel acompañante en numerosas travesías y viajes con el fin de llevar la Buena Nueva de Cristo.

 

Por: Juan Felipe Torres

Lcdo. en Periodismo Internacional
En colaboración con: Hugo Lozano

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