Durante la Misa celebrada este lunes 21 de enero en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco afirmó que “vivir acusando a los demás, buscando defectos ajenos, no es cristiano”.
En su homilía el Santo Padre contrapuso el estilo cristiano al estilo “no cristiano”, al que definió como un “estilo acusatorio”, un “estilo mundano” y un “estilo egoísta”.
“El estilo acusatorio es el estilo de aquellos creyentes que siempre tratan de acusar a los demás, viven acusando”. Es un estilo de promotores de ausencia de justicia: siempre están intentando acusar a los demás, pero no se dan cuenta de que es el estilo del diablo.
El Papa aseguró que se trata de “una moda entre nosotros” que ya existía en el tiempo de Jesús. En este sentido, recordó las palabras del Señor cuando decía a los acusadores que “en vez de mirar la paja en los ojos de los demás, hay que mirar la viga en los propios”.
También cuando a la turba que iba a dilapidar a la mujer adúltera le dijo: “Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra”.
Además, el Pontífice definió como “mundano” el estilo de vida propio de aquellos católicos “que recitan el Credo, pero viven de la vanidad, de la soberbia y del apego al dinero”.
“La mundanidad, la mundanidad arruina a mucha gente. Gente que es buena, pero que se deja llevar por este espíritu de la vanidad, de la soberbia, del hacerse notar. No hay humildad, y la humildad forma parte del estilo cristiano. Debemos aprenderla de Jesús, de la Virgen, de San José, que eran humildes”.
Otro defecto de la sociedad de hoy es “el espíritu egoísta”, “el espíritu de la indiferencia”. Ese espíritu “me lleva a creerme un buen católico, hago las cosas, pero no me preocupo de los demás, no me preocupo de las guerras, de las enfermedades, de la gente que sufre, de mi prójimo”.
“El estilo cristiano es el de las Bienaventuranzas: mansedumbre, humildad, paciencia en el sufrimiento, amor por la justicia, capacidad de soportar las persecuciones, no juzgar a los demás… Ese es el espíritu cristiano, el estilo cristiano”, defendió el Papa.
En este sentido, señaló que “si quieres saber cómo es el estilo cristiano, para no caer en ese estilo acusatorio, en el estilo mundano y en el estilo egoísta, lee las Bienaventuranzas. Ese es nuestro estilo, el de las Bienaventuranzas”.
Lectura comentada por el Papa Francisco:
Marcos 2:18-22
18 Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le dicen: «¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos ayunan, tus discípulos no ayunan?»
19 Jesús les dijo: «¿Pueden acaso ayunar los invitados a la boda mientras el novio está con ellos? Mientras tengan consigo al novio no pueden ayunar.
20 Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en aquel día.
21 Nadie cose un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, pues de otro modo, lo añadido tira de él, el paño nuevo del viejo, y se produce un desgarrón peor.
22 Nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como los pellejos: sino que el vino nuevo, en pellejos nuevos.
Vía Aciprensa