Para ti… sí para ti mujer gestante (mujer embarazada) dedicamos estas líneas para recordarte cuán valiosa eres y cuán fuerte eres.
En estos días que hemos conmemorando el Día Internacional de la Mujer, quisiera traer unas palabras dedicadas especialmente a la mujer gestante, quien se encuentra en una etapa compleja, pero hermosa a la vez. También recordemos y celebremos de un modo muy especial a la mujer que nos ha dado la vida: nuestra propia madre.
Para que pueda producirse el milagro de una nueva vida se requiere tanto del hombre y de la mujer. Es muy importante la presencia y la responsabilidad de la figura paterna. Pero, es la mujer, por la grandeza eminente de su maternidad, quien lleva en su vientre a esa pequeña persona (hijo/a), única e irrepetible, quien va desarrollándose y creciendo dentro de ella. Sí, a la mujer le ha sido confiada −de un modo especial− al ser humano. Ella juega un papel fundamental en el inicio y crecimiento de la vida de toda persona.
La misión de la mujer gestante
La misión de la mujer madre de familia es una vocación que conjuga la alegría, la generosidad, la entrega y también la fatiga, el sacrificio y el dolor. La mujer embarazada está muy necesitada de apoyo, y principalmente aquellas que atraviesan situaciones difíciles.
En algunos casos, pueden existir situaciones dolorosas en esta etapa, como: la injusticia de la pérdida del trabajo, que el padre no quiera asumir su responsabilidad, ser objeto de críticas, preocupaciones de orden económico; o los malestares propios del estado, el pensar que tener un hijo es una restricción a la libertad; los temores por lo que le puede esperar al hijo/a, los riesgos en su salud o en la del bebé…
Todas esas vicisitudes por las que puede atravesar la mujer gestante le están haciendo madurar y crecer, le están preparando para los dolores de parto y para las nuevas responsabilidades que ha de asumir con su niño/a cuando ya nazca. Sin duda, es una vocación que conlleva amor, y es que ninguna mujer puede realizarse a sí misma si no es dando amor…
Palabras del Papa Francisco
Me gustaría finalizar con unas palabras hermosas del Papa Francisco que dedica, con gran afecto, a cada mujer embarazada:
Cuida tu alegría, que nada te quite el gozo interior de la maternidad. Ese niño merece tu alegría. No permitas que los miedos, las preocupaciones, los comentarios ajenos o los problemas apaguen esa felicidad de ser instrumento de Dios para traer una nueva vida al mundo. Ocúpate de lo que haya que hacer o preparar, pero sin obsesionarte, y alaba como María: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su sierva» (Lc 1,46-48).
Vive ese sereno entusiasmo en medio de tus molestias, y ruega al Señor que cuide tu alegría para que puedas transmitirla a tu niño. (Amoris Laetitia, n. 171).
Da gracias por el don recibido. Que puedas esperar a tu hijo/a, de corazón, y puedas aceptarlo tal cual es, sin condiciones de ningún tipo. Es importante que desde el vientre materno se sienta acogido, amado y esperado. ¡No pierdas tu alegría!
¡Gracias por acoger el don de la vida y por llevarla a su plenitud! ¡Feliz día de la mujer!
Escrito por: Katherine Zambrano Yaguana, Ph. D., Esposa y madre gestante. Especialista en temas de matrimonio y familia. Líder de CANAVOX ECUADOR.
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