Según datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) desde la década de 1990 la prevalencia mundial de la obesidad aumentó del 6.6% en 1990 al 15.8% en 2022.
La obesidad ha alcanzado actualmente proporciones epidémicas y se estima que para 2030 más de 1000 millones de adultos en todo el mundo serán obesos, lo cual lo convierte en un problema de salud preocupante debido a que esta enfermedad crónica puede a su vez desencadenar otras enfermedades y convertirse un cuadro clínico metabólico que pueda ocasionar la muerte si no se actúa a tiempo.
Hoy en día tenemos mayor acceso y alcance a información que nos brindan herramientas para permitirnos mantener un estilo de vida saludable, pero parecería que esas ventajas las hemos convertido en desventajas debido a que dichas facilidades también nos pueden convertir en personas más cómodas, ya que todo lo podemos resolver de manera fácil, sin esfuerzo, sin querer cambiar hábitos y con una constancia pobre en base a lo que queremos. El sedentarismo, la comida ultra procesada, el exceso de pantallas, la falta de convivencia en espacios abiertos que nos permitan recibir la luz del sol, los niveles altos de estrés, una cultura que se enfoca en que el éxito es ganar dinero mientras nos desgastamos trabajando muchas horas, trastornos alimentarios, problemas de salud mental, falta de sueño, entre otros son factores que también desencadenan problemas de peso pero que son cada vez más populares en el estilo de vida actual, lo cual conlleva a creer que una forma rápida de perder peso es el uso inadecuado de pastillas para adelgazar, ya que muchas personas las consumen incluso sin prescripción médica.
Es importante partir del hecho de que la verdadera salud no se determina por el peso en una persona también es importante su salud física, mental y espiritual porque somos seres integrales, por lo que cada cuerpo tiene que cuidarse de forma balanceada e individualizada. Suele pasar, sobre todo en jóvenes que se preocupan por su imagen corporal que junto con la cultura de la dieta tóxica incitan a creer que hay que seguir un estándar de cuerpo ideal promoviendo prácticas peligrosas como el consumo de pastillas para bajar de peso en primera instancia, pero lastimosamente este método es poco seguro y a largo plazo pueden provocar efectos rebote en las personas causando mayor ganancia de peso.
Las pastillas para bajar de peso no tienen resultados mágicos, pero su publicidad suele ofrecer beneficios como perder peso o quemar grasa corporal de forma más rápida y sencilla que cualquier otro método, elimina antojos de azúcar, acelera el metabolismo, aumenta energía, promueven aumento de masa muscular y provocan menos apetito. La realidad no es tan así debido a que pueden provocar una pérdida de peso poco saludable si no se acompaña de cambios en el estilo de vida como la práctica de ejercicio físico, alimentación saludable, buen descanso, salud hormonal, entre otros de lo contrario puede haber pérdida de músculo y agua. Además, si junto con las pastillas se hace una dieta restrictiva se corre el riesgo de tener más hambre, más antojos y al final comer más, por lo tanto, no hay que dejar de comer para bajar de peso, se trata de mejorar la calidad y cuidar la cantidad de lo que comemos, además de la frecuencia en que lo hacemos.
Algunos medicamentos conocidos para bajar de peso son orlistat (xenical), naltrexona (vivitrol), semaglutida (ozempic), metformina (glumetz) pero existen más que hay que tener cuidado de consumir y evitar irresponsabilidades como combinar varias pastillas para adelgazar a la vez, tomarlos sin supervisión médica, tomar más de la dosis recomendada, combinarlas con laxantes y diuréticos y combinarlas con estimulantes ilegales como anfetaminas y cocaína. Algunos de los efectos secundarios que pueden provocar son insomnio, ansiedad y nerviosismo, deshidratación, hipertensión, fatiga, problemas renales, diarrea, sangrado rectal, daño hepático y latidos irregulares del corazón. En conclusión, siempre es importante acudir a un profesional antes de consumir pastillas para bajar de peso y no auto medicarse debido a sus peligros en la salud si no actuamos con responsabilidad. Además, tener presente que bajar de peso no sucederá de la noche a la mañana por tomar una pastilla, esto implica un cambio de dentro hacia afuera y poner en práctica hábitos saludables con constancia, disciplina y esfuerzo para que los resultados sean perdurables en el tiempo.
Escrito por: Melissa Coto, Nutricionista. IG: melcoto_