Personas con obesidad presentan más problemas gastrointestinales y son más propensas a trastornos graves, como el contagio por Covid-19.
Desde que se registró el 29 de febrero del 2020 el primer caso de Coronavirus en Ecuador, la cuarentena por la pandemia no solo ha traído consigo problemas económicos, sino también enfermedades como el aumento de casos de diabetes y obesidad, patologías que en algunos casos son desencadenados por los confinamientos que gran parte del mundo ha tenido que aplicar como medida de prevención. Y es que la obesidad predispone a los pacientes con Covid-19 a enfermedades graves.
El exceso de grasa, no solo que ejerce una presión adicional en el diafragma mientras se está acostado en la espalda, restringiendo la respiración, además, el receptor de la enzima convertidora de angiotensina-2 (ACE-2) al que se adhiere el virus del SARS-CoV-2 que causa el Covid-19 se expresa en cantidades más altas en el tejido graso que en los pulmones. Datos de la Organización Mundial de la Salud, en 2016, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso, y el 13% eran obesas.
Los enfermos por Coronavirus y la población en general deben saber que una alimentación poco adecuada, tanto si se asocia a un cuadro de sobrepeso u obesidad como a un cuadro de desnutrición, puede influir notablemente en la evolución de la Covid-19.
Nutrición deficiente
Una nutrición deficiente disminuye las defensas siendo vulnerables a enfermedades como es la Covid-19, por ello recomienda disminuir la ingesta de alimentos procesados y refinados como el azúcar, la pasta, dulces, caramelos y el pan blanco, ricos en hidratos de carbono; además de las carnes rojas, embutidos y grasas trans.
Se debe fortalecer el sistema inmunológico a través de la alimentación equilibrada, aumentar el consumo de frutas y verduras, con al menos cinco porciones al día. Tomar aproximadamente dos litros de agua al día para mantener la hidratación.
Las personas con sobrepeso y obesidad tienen más problemas gastrointestinales que aquellos con peso normal; los síntomas más frecuentes, son dispepsia, enfermedad por reflujo y mayor producción de gases intestinales.
Medicina preventiva
La medicina preventiva puede llegar a ser muy beneficiosa para evitar el desarrollo de enfermedades crónicas. Para los especialistas, las personas de entre los 40 a los 70 años, tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos graves.
Así la medicina preventiva se centra en la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la gestión de la salud hacia la comunidad con un enfoque proactivo de adelantarse a los problemas potenciales, promoviendo conductas saludables.
Fuente: Pharmacy´s y Cruz Azul.
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