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El Catecismo de la Iglesia Católica ofrece una breve guía sobre cómo prepararse para recibir a Jesús en la Sagrada Comunión en la Misa.

Aunque se pone mucho énfasis en nuestra Primera Comunión y los preparativos para ella, a menudo podemos olvidarnos de prepararnos para la próxima vez que recibamos a Jesús en la Misa, en la Sagrada Comunión.

Puede ser tentador simplemente presentarse en misa y nunca pensar en lo que estamos a punto de participar.

El Catecismo de la Iglesia Católica ofrece una breve guía para recibir la Sagrada Comunión, explicando lo que debemos hacer antes de cada Misa.

 

 

EXAMINA TU CONCIENCIA

La primera manera de prepararse para la Sagrada Comunión es examinar la conciencia.

Para responder a esta invitación, debemos prepararnos para un momento tan grande y tan santo. San Pablo nos exhorta a hacer un examen de conciencia : «Quienquiera que coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor. Examínese cada uno a sí mismo, y coma el pan y beba del cáliz. Porque quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación». Todo aquel que tenga conciencia de un pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a la comunión. CIC 1385.

El Catecismo es claro en que si descubrimos un pecado grave en nuestra alma que no hemos confesado, necesitamos sacar tiempo en nuestra agenda para ir a confesarnos.

ABORDAR CON HUMILDAD

La recepción de Jesús en la Sagrada Comunión debe recordarnos nuestro lugar ante Dios y debemos acercarnos a Jesús con humildad.

Ante tan grande sacramento, los fieles no pueden sino repetir humildemente y con fe ardiente las palabras del Centurión : «Domine, non sum dignus ut intres sub tectum meum, sed tantum dic verbo, et sanabitur anima mea» («Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo, pero basta una palabra para que mi alma quede sanada»). CIC 1386.

OBSERVAR EL AYUNO DE LA COMUNIÓN

Otro requisito para acercarse al altar para recibir la Sagrada Comunión es observar el ayuno prescrito por la Iglesia.

Para prepararse a la recepción digna de este sacramento, los fieles deben observar el ayuno requerido en su Iglesia. CIC 1387.

PREPARARNOS EN CUERPO Y ESPÍRITU

Un área de preparación que se pasa por alto es preparar nuestro cuerpo, tanto en lo que vestimos como en cómo nos acercamos a Jesús.

La actitud corporal (gestos, vestimenta) debe transmitir el respeto, la solemnidad y la alegría de este momento en el que Cristo se convierte en nuestro invitado. CIC 1387.

Es cierto que Jesús nos aceptará sea cual sea la ropa que llevemos, pero si elegimos deliberadamente lo que vestimos, puede recordarnos que también debemos preparar nuestros corazones.

 

 

Escrito por: Philip Kosloski se graduó en la Universidad de Saint Thomas en Minnesota con una licenciatura en Filosofía y Estudios Católicos y una maestría en Teología del Augustine Institute, vía Aleteia.

 

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