La Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) cataloga a la prevención como un desafío universal en el cual toda la población es un actor clave.
De acuerdo a datos publicados por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP), cada año, el suicidio se encuentra entre las 20 principales causas de muerte a nivel mundial para personas de todas las edades. Es responsable de más de 800.000 muertes, lo que equivale a un suicidio cada 40 segundos. Por tal motivo, su prevención está catalogado como un desafío universal.
Asimismo, por cada suicidio consumado, alrededor de 135 personas experimentan sufrimiento por la pérdida de un ser querido. Es decir, 108 millones de personas por año que se ven profundamente afectadas por el comportamiento suicida.
Conforme al sitio web del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, este “es el resultado de una convergencia de factores de riesgo genéticos, psicológicos, sociales y culturales, a veces combinados con experiencias de trauma y pérdida. La depresión es el trastorno psiquiátrico más común en personas que mueren por suicidio”.
El suicido en Ecuador
En el Ecuador, las cifras no son alentadoras. El último reporte del INEC (2019) señala que en el país, las lesiones autoinflingidas intencionalmente (suicidio) son la principal causa de muerte en adolescentes de 12 a 17 años con 148 defunciones y la tercera en jóvenes de 18 a 29 años con 412 fallecimientos.
La emergencia sanitaria y el confinamiento por la propagación de COVID-19 más la crisis económica que está atravesando el país, ha contribuido al incremento de casos de suicidio.
Desde el inicio de la pandemia a mediados del mes de marzo, se han reportado al Sistema Integrado ECU911 un promedio de 24 casos de suicidios por mes. De ahí la importancia de brindar a la población información oportuna con la finalidad de crear conciencia sobre el suicidio y su prevención, iniciativa adoptada por la red de especialistas médicos de Doctorisy.
Recomendaciones de un especialista
El Dr. Iván Pinzón, médico psiquiatra, especialista en epidemiología y miembro de la red Doctorisy, menciona que la coyuntura nos expone a múltiples factores que pueden aumentar la incidencia del suicidio y de muchos trastornos en la salud mental, ya que “nos expone a situaciones poco favorables como vivir más intensamente la pobreza, las relaciones familiares disfuncionales, el rechazo, entre otras”.
Según el especialista, son varios los factores de riesgo, entre ellos, padecer un trastorno mental, como: depresión, bipolaridad, esquizofrenia, trastornos de personalidad y consumo de sustancias. Asimismo, considera que en este grupo también se encuentran los pacientes con problemas de salud física o recientemente diagnosticados con enfermedades catastróficas y personas que sufren de abandono.
Pinzón indica que son varias las señales que nos pueden alertar sobre la intencionalidad de suicidio, tales como: los cambios de comportamiento y estados de ánimo, el aislamiento, la expresión de pensamientos o ideas suicidas, despedirse de seres queridos, registrar conductas autodestructivas o parasuicidas como conducir a alta velocidad, recaer en consumo de drogas y relaciones caóticas.
Prevención
En este sentido, el especialista Pinzón indica que cada miembro del hogar puede contribuir a la prevención de los intentos de suicidio con los siguientes pasos:
- Preguntar directamente sobre las ideas de suicidio debido a que es una manera de demostrar el interés y preocupación al familiar y transmitir el mensaje que no está solo. Este punto es fundamental ya que preguntar es la mejor forma de prevenir.
- Escuchar sus pensamientos y sentimientos sin juzgar.
- Búsqueda de apoyo psicológico para intervenir y prevenir.
- Acompañamiento constante de familiares y amigos, ya que la idea puede persistir por largos periodos de tiempo.
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