Una persona sin salud mental no tiene ningún tipo de salud.
¿Cuándo vas al psicólogo? Ya vas cuando un problema te parece demasiado, cuando sientes que las habilidades que tienes ya no son suficientes, cuando estás en una crisis. Pero , ¿cuándo realmente vas? Cuando estás desesperado, cuando ya fuiste al médico, al párroco, cuando ya fuiste a las limpias, cuando todo lo demás ya no funcionó es cuando piensas realmente en ir a un psicólogo.
La estabilidad emocional importa
La decisión de pedir ayuda muchas veces no es fácil, sobre todo porque lo ligamos con sentimientos de debilidad y fracaso. De la misma manera que no tiene sentido soportar un dolor de muelas, tampoco tiene sentido aguantar la depresión, ansiedad o algún dolor emocional.
El equilibrio mental es algo que todas las personas desearían mantener con el tiempo, pero, en la actualidad, el bienestar personal y salud mental son estados que se ven cada vez más distantes, por un entorno lleno de desinformación, exigente, contradictorio y caótico. Muchas veces es algo que minimizamos en nuestro día a día, aunque este tenga una clara proyección en nuestra vida.
Estar emocionalmente saludable no significa estar feliz todo el tiempo. Se refiere más a un estado de consciencia, en el cual, la persona reconoce sus emociones y puede lidiar con ellas, sean positivas o negativas. Las personas que tienen estabilidad emocional también sienten ira, tristeza y estrés. Pero es muy diferente experimentar una emoción a que esta misma te controle.
Consejos para tener una buena salud emocional
- Encontrar el equilibrio: el equilibrio entre el trabajo, el ejercicio físico, dedicarle tiempo a las cosas que te gusten y el reposo. Esto nos ayuda a empezar en la búsqueda de nuestra estabilidad emocional.
- Ser consciente de las emociones y reacciones: la tristeza, el enojo, la frustración, son emociones que tienen un propósito en nuestra vida. El ser consciente de ese propósito, nos ayudará a transcenderlas.
- Propósito y significado: descubre qué es lo importante para ti en la vida y céntrate en eso (familia, trabajo, ser voluntario, etc.). Dedícale tiempo a lo que le agrega valor a tu vida.
- Conéctate con otros: somos seres sociables, necesitamos conexiones positivas con otras personas
- Salud física: así como nuestras emociones afectan nuestro cuerpo, nuestro estado físico también influye en nuestra salud emocional. Una buena alimentación, dormir lo suficiente, y el ejercicio regular, son una buena fórmula para comenzar a cuidarnos físicamente.
Una persona sana emocionalmente puede distinguir cuando un problema sobrepasa lo que puede manejar por sí solo y, por ende, sabe cuándo buscar ayuda profesional. Ir al psicólogo es un acto de coraje y madurez, una manera de cuidarte y dedicarte atención, es como ir a un spa o darse un masaje; es un mensaje a tu inconsciente, al cual le dices que te preocupas por ti y que eres importante. Tenemos que comprender que no siempre tienes que enfrentar todo tú solo.
Por Andrés Borbor C.
Psicólogo general
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