¡Que estrenar trabajo no te quite la paz! Te compartimos seis valiosos tips para empezar un nuevo empleo.
El cambio es tal vez una de esas situaciones que más nos producen incomodidad, pues a muchos de nosotros nos gusta mantener casi todo bajo control. Enfrentarnos a una nueva experiencia nos reta a salir de nuestra zona de confort y poner en juego todas nuestras habilidades. Sin duda, empezar un nuevo empleo, un nuevo desafío laboral, por más años de trabajo que tengamos acumulados, nos hace sentir casi como la primera vez.
Un nuevo trabajo sin angustia
Si estás estrenando un nuevo trabajo o próximamente lo harás y te sientes angustiado y ansioso, te invito a revisar los siguientes consejos que tal vez puedan servirte:
Confía en ti
Lo primero y lo más importante es que confíes en ti. Ahuyenta de tu mente el síndrome del impostor que seguro está al acecho diciéndote que no eres suficiente, que lo tuyo fue cuestión de suerte y que en menos de nada se darán cuenta en tu nuevo trabajo que no vas a dar la talla.
Para combatir esta sensación, piensa en las cosas buenas que has logrado en trabajos anteriores. Todo se trata de tiempo y nadie, por más pilo o seguro de sí mismo que sea, ha podido saltarse la etapa de aprendizaje.
Ante un nuevo empleo, ¡prepárate!
Como se trata de ocuparte y no de preocuparte, obtén información sobre la organización o el área a la que llegas.
Busca libros o videos que puedan ayudarte con las temáticas o procesos que vas a manejar para que, paralelamente a las tareas que asumes en el día a día, vayas adquiriendo nuevos conocimientos que te den más seguridad.
Acércate al nuevo empleo con mente abierta
Tal vez una de las cosas que más nos preocupa es conseguir compañeros de trabajo que sean amables con nosotros, que nos acojan con gusto. Si bien no sabemos con quién nos podemos encontrar, lo ideal es permitirse conocer a la gente sin prejuicios.
Recuerda que, así como tú tienes que integrarte, ellos también necesitan tiempo para abrirte un espacio. Se trata de un acople mutuo.
Sé paciente y no hagas comparaciones con otros equipos en los que has estado. Ya descubrirás que cada persona aporta al equipo de una manera particular.
Asume una actitud de aprendizaje
No te dejes llevar por esa sensación de que necesitas mostrarte sí o sí. Inicia escuchando, observando y permitiéndote aprender de tus nuevos compañeros.
Todos, en especial los que llevan más tiempo, tienen un bagaje que estarán dispuestos a compartir si ven en ti una actitud sencilla. Ya habrá tiempo para que comiences a destacar con tus aportes e iniciativas.
Acércate a Dios todo lo que puedas
Busca una capilla o iglesia cerca de tu lugar de trabajo. Te aseguro, por experiencia propia, que no habrá mejor manera de empezar el día y la oración ante el Santísimo.
Te ayudará a sobrellevar esos primeros meses y aquellas jornadas difíciles, porque te llenará el espíritu de fortaleza y confianza. Igualmente, será un espacio para agradecer esas primeras victorias.
Servir a los otros te dará mayor motivación en el nuevo empleo
Recuerda que el trabajo es también un medio en el que puedes realizar tu vocación. Ese llamado que Dios te ha hecho permea todas las dimensiones de tu vida. Asegúrate de que tengas la posibilidad de santificar también tu labor, de tal manera que no se convierta únicamente en un medio de subsistencia económica.
Ten presente que todo lugar al que vas es una oportunidad para dejar huella de Dios en cada paso que das. Da lo mejor de ti y permítele al Espíritu Santo actuar en tu mente, alma y corazón. El resto se dará por añadidura.
Escrito por: Angélica Moreno, Comunicadora social-periodista y teóloga, vía Catholic-Link.
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