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Que tu perro no quiera comer puede ser a causa de distintos factores… conoce los más comunes y no olvides compartir.

La falta de apetito en los perros no siempre está relacionado a una enfermedad, también existen otros factores que pueden provocar rechazo a su comida habitual. Por eso es importante conocer todas las posibles razones y qué hacer cuando esto sucede, con el objetivo de evitar sustos infundados y actuar de manera efectiva.

 

 

5 causas más comunes de falta de apetito en un perro

De acuerdo con Emilio Armendáriz, Médico Veterinario de MIMMA, “existen 5 causas principales para que un can no acepte su alimento, dos de las cuales tienen que ver con temas de salud, mientras que las tres restantes a comportamiento y gustos”.

1. Enfermedad general: Lo más común son las molestias digestivas como dolor estomacal. Sin embargo, la existencia de cualquier enfermedad puede generar decaimiento y falta de apetito.

2. Problema periodontal de grado severo: Esto debido al dolor de encías o dientes por acumulación de placa o sarro.

3. Por etología (comportamiento), se entiende como un comportamiento inadecuado del perro, causado por diversos factores, entre ellos la humanización de la mascota.

4. Pierde el gusto por la comida administrada constantemente, en palabras sencillas, se “aburre” de su alimento habitual.

5. La palatabilidad no adecuada del alimento, el perro no encuentra un buen sabor y lo rechaza.

“Con respecto al comportamiento de la mascota, el rechazo a la comida se ha vuelto más común debido a que, hoy en día, por practicidad elegimos balanceados por su facilidad a la hora de administrar, pero cuando el perro prueba un sabor nuevo, al descubrir que tiene una textura y aroma más agradable, tenderá a elegirlos por sobre su alimento habitual”, explica el especialista de MIMMA.

Cuando el perro prueba alimentos humanos, por ejemplo, es más probable que su paladar se vuelva más exigente. Este comportamiento, sin embargo, responde exclusivamente a una administración inadecuada de los alimentos por parte de su dueño, ya que esto provoca que el can busque aquellos sabores y texturas que más le atraen.

¿Qué hacer para mejorar la aceptación de su alimento habitual?

Tener un cuidado adecuado de la salud bucal del perro para evitar problemas periodontales que le lleven a rechazar el alimento.

Mantener horarios y porciones adecuadas de alimento, dependiendo de su raza, tamaño y edad. Por ejemplo, se recomienda que los cachorros coman 3 veces al día.

Aplicar productos que estimulen o añadan palatabilidad a los alimentos como sazonadores que le dan extra sabor a los alimentos. “Es importante que tengan valores calóricos bajos y, de ser posible, que tengan valores proteicos, vitaminas y minerales que aporten a la nutrición de la mascota. Cabe mencionar que deben ser productos elaborados específicamente para mascotas”, añade Emilio, Médico Veterinario de MIMMA.

Al añadir un producto adicional al alimento convencional, se deben regularizar las porciones para evitar aumento de peso en las mascotas.

Mantener horarios específicos de alimentación.

Se recomienda que el espacio de consumo de alimento de la mascota sea el mismo y se mantenga limpio.

Cuando el perro no termine todo el alimento, éste debe ser retirado y almacenado en un lugar fresco para mantenerlo intacto y con todas sus propiedades nutricionales.

Limpiar de manera regular el plato en donde se alimenta el perro.

Proporcionar agua fresca y limpia todo el tiempo.

Condicionar a la mascota a un solo tipo de alimento, para mantener un régimen alimenticio adecuado.

Elegir siempre alimentos que sean desarrollados específicamente para mascotas. De preferencia, que sean alimentos premium o super premium.

 

 

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