Las películas de Disney han sido parte de nuestra vida desde siempre y, todas están llenas de mensajes y momentos emotivos.
Tengo 41 años y me considero una chica Disney. Durante mi niñez oí todos los cuentos que Disney volvió verdaderos emblemas y, por supuesto, vi todas las películas que produjo.
Cómo no cantar a voz en cuello la canción de la Sirenita y la de La Bella Durmiente, cómo no desear ese cabello rojo con la voz melodiosa de la mujer pez, paralelo a este deseo, también guardaba el anhelo de que el joven príncipe que sólo con verme me reconocería como el amor de su vida y así empezaría una vida marcada por la dulce fantasía.
Era maravillosa la inocencia que poseía mi vida durante los años 90s… hoy puedo decir que no era sólo inocencia, sino también, algo de falta de criterio para discernir la información que Disney me ofrecía y la constante soledad que tenía en ese momento de mi vida. Es importante considerar que no fui una adolescente abandonada, solo con unos padres trabajadores.
Reflexiones sobre varias películas de Disney
Bajo la mirada de las películas Disney como promotoras o reflejos de los ideales de la sociedad, me permito reflexionar sobre sus últimas piezas claves:
Soul, por ejemplo, contiene frases y enseñanzas plenas de realidad y valores. Es crucial el conflicto de 22 entre su deseo y desánimo frente a la experiencia de venir al mundo. Es apasionante la vida del pianista frustrado y es zagas la crítica hacia los profesores representados en las guías de 22 al «educarlo» en encontrar su razón para venir al mundo.
Estos elementos nos ponen de cara con una conversación que debería ser obligatoria entre padres e hijos, sin embargo, me quedo preguntándome: ¿Cuántos padres se han tomado el tiempo de ver la película con sus hijos? ¿Cuántos docentes han visto la peli para conversar la con sus chicos en las horas de tutoría o asociación?
Cruella, al igual que Maléfica son maravillosas al mostrar las razones que podría tener «una villana» para llevar la vida que lleva o una persona al tomar las decisiones que toma. ¿Algún buen lector ha mirado estás películas con estos ojos? Deseo fervientemente que sí.
Es cierto que Disney durante mucho tiempo nos mostró modelos no reales. También es verdad que muchas chicas Disney, como yo, hemos tenido que caminar mucho para comprender que los ideales de las pelis no eran todo para la vida, sin embargo, con sus últimas producciones también nos muestra elementos valiosos y, sobre todo junto a Pixar presenta la importancia del trabajo en equipo, la necesidad de adaptarse al cambio para mantenerse, la posibilidad de proponer temas que son necesarios en un mundo cambiante y nos ofrece piezas para compartir y discutir dentro de casa o del salón de clases.
Conclusiones
Hoy estoy segura que tal vez si un adulto hubiese mirado conmigo las pelis de los 90s, tal vez yo hubiera podido discernir qué sí y qué no era posible fuera de la pantalla.
También estoy segura que los jóvenes se educan junto a sus padres y, que sí es probable que Disney u otros medios pesen mucho, sin embargo, poder decidir qué tomará o no el joven de lo que el mundo le ofrece, estará marcado por sus experiencias de vida, sus padres y sus deseos. El compromiso de los padres sigue siendo ser modelos, ser coherentes y estar atentos.
Escrito por: María del Carmen Rodrigo, sicóloga clínica. IG: mariadelcarmenrodrigoh
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